Subsisten en la península numerosos asentamientos en los que se va prefiriendo el terreno llano a las cuevas de las montañas


En la Península Ibérica, al período cultural Magdaleniense suceden los períodos culturales denominados Aziliense, Asturiense, Epigravetiense, Geométrico , Ancoriense o Camposanquiense y Concheros del Muge, según la zona en que se desarrolla (8.000-5.500 aC). En estos años, subsisten en la península numerosos asentamientos en los que se va prefiriendo el terreno llano a las cuevas de las montañas (ya no hay miedo a las fieras) y se empiezan a ocupar las vegas, ricas para la primitiva agricultura y el pastoreo. A pesar de esto, es lógico que, de haberse conservado algunos restos, hayan sido encontrados en su inmensa mayoría en cuevas, al abrigo de las inclemencias meteorológicas. Por eso los mayores yacimientos de esta época son los de La Carigüela y La Ventana (Píñar), la Cueva del Agua (Huétor Santillán), Las Majólicas (Alfacar), cuevas de La Mujer, del Agua, Los molinos y Sima Rica (Alhama) y las cuevas del Capitán, Los Intentos y Las Campanas (Motril). Del final de este período se han descubierto en la Cueva de los Murciélagos (Albuñol) labores de cestería perfectamente conservadas, granos de trigo y piñones, fragmentos de cerámica, punzones y objetos de uso personal en bastante buen estado de conservación.