El Emperador JOSÉ I amenaza al papa CLEMENTE XI si no reconoce a su hermano CARLOS como rey de España.


El Emperador JOSÉ I amenaza con ocupar el Estado de la Iglesia, obligando así, el 18.10.1709, al papa CLEMENTE XI, a reconocer como rey de España a su hermano el archiduque CARLOS, lo que provoca la inmediata ruptura de relaciones entre España y la Santa Sede mandando cerrar la Nunciatura apostólica de Madrid. Sólo algunos de los prelados más influyentes se atreven a elevar su protesta por la decisión real, entre ellos el cardenal Belluga, obispo de Cartagena. El Papa queda prácticamente solo, aislado entre los dos enemigos que se hacen la guerra en Europa para conseguir la corona española y su Imperio colonial.