En 1961 la fiesta de San Jordi pasa a ser una prudente conmemoración. La feria de las rosas es un antiguo festejo galante que Catalunya ha sabido mantener.


En 1961 la fiesta de San Jordi pasa a ser una prudente conmemoración. La feria de las rosas es un antiguo festejo galante que Catalunya ha sabido mantener. En el día de sant Jordi se repartían flores y golosinas a las damas que asitían a la ceremonia del Palau de la Generalitat. Esta costumbre se certifica en 1613. Cuando la Generalitat es disuelta, la feria de las rosas sale a las calles adyacentes y más tarde conquista Catalunya entera. Es la primaveral «fira dels enamorats», porque suelen acudir a ella novios y recién casados y la costumbre exige que los hombres regalen la flor a sus compañeras.