Hitler: La cuestión del espacio vital es un problema de grandes proporciones. Su solución es la fuerza.


El cinco de noviembre de 1937, HITLER decide dar un paso trascendental. Al atardecer, reúne discretamente en la Cancillería a su ministro de Asuntos Exteriores, Von Neurath, y a los militares: el de Guerra, Vón Blomberg; el jefe del Estado Mayor del Ejército, Vón Fritsch; el de las Fuerzas Aéreas, Goering; el de Marina, almirante Raeder, y a su ayudante para asuntos militares, coronel Hossbach. El Führer les exige bajo juramento que guarden secreto de lo tratado y ordena a su ayudante que redacte el acta. «Caballeros el objetivo primordial de la política exterior alemana debe ser la seguridad del pueblo y su elevación moral y material. La cuestión del espacio vital es un problema de grandes proporciones, para cuya solución no queda otro camino que la fuerza».