Herodes AGRIPA, para congraciarse con los judíos, encarcela a PEDRO, pero es liberado milagrosamente.


El rey de los judíos Herodes AGRIPA I, con el favor de su amigo el emperador romano CLAUDIO I y para congraciarse con los judíos, encarcela a PEDRO en Jerusalén con la intención de matarlo en ocasión de la gran solemnidad nacional hebrea de la Pascua. Pero PEDRO será liberado milagrosamente por un ángel y podrá escapar de la muerte. Parece que, justamente entonces, PEDRO dejará Jerusalén y se dirigirá a Antioquía, capital de Siria. En efecto, está considerado como el primer obispo de la iglesia antioquena. La copa (Santo Grial) que usó Jesucristo en la última cena celebrada en el cenáculo, es llevada consigo por PEDRO a Antioquía. Después, será llevada a Roma.