SANCHO Garcés II de Pamplona pacta con ALMANZOR y le entrega su propia hija.


Como por las armas no se puede con ALMANZOR, SANCHO Garcés II de Pamplona acude a Córdoba como embajador de su propio reino, llevando cuantiosos regalos para el victorioso ALMANZOR, pactando con él y llegando a entregar al musulmán a su hija en matrimonio. Fruto de este matrimonio nacerá -en 983- al que los cristianos llamaban ABDERRAMÁN Sanchuelo.