HEINRICH SCHLIEMANN (1822-1890), comerciante alemán enriquecido que, fascinado por las civilizaciones antiguas, se entrega en cuerpo y alma a la arqueoloqía. Inicia unas excavaciones en Hissarlik (Turquia) para encontrar los restos de Troya y pone al descubierto en 1870 su ciudadela fortificada. Durante muchos siglos se ha considerado Troya una pura invención del poeta Homero en la «Ilíada». Las excavaciones realizadas han sacado a la luz hasta nueve estratos, cada uno de ellos correspondiente a varios períodos históricos que se remontan hasta la época micénica. Por este motivo Troya figura como ciudad prototipo dentro de la serie de núcleos urbanos que se establecieron en la parte occidental del norte de Siria. Parece ser que la prosperidad que consigue Troya en este período (posiblemente por el cobro de impuestos para permitir el paso de las embarcaciones a través del estrecho), la convierten en un punto estratégico muy codiciado. Su destrucción puede estar ligada a la caída del Imperio hitita en el s. XIII aC. Schliemann también excavará las ruinas de Tirinto y las de Micenas.
