Se celebra la boda entre MANUEL I, rey de Portugal y MARÍA, hija de los Reyes Católicos.


La muerte de ISABEL (1498), esposa del rey de Portugal, MANUEL I, y la de su único hijo, MIGUEL de la Paz (1500), anticipa la posibilidad de que MANUEL I, viudo, joven y poderoso, pueda celebrar un nuevo matrimonio que perturbe la alianza hispano-portuguesa, fundamental para la política europea de FERNANDO el Católico. Así que el soberano español decide componerle el enlace con la única soltera que queda en la familia -MARÍA- que tiene dieciocho años y es sumamente agraciada. MANUEL I de Portugal acepta enseguida la oferta ya que también a él le importa mantener el bloque ibérico. El 20 de mayo es firmado el acuerdo y el 24 de agosto se celebra, por poderes, la boda, justo cuando se cumplen dos años de la muerte de la princesa ISABEL.