El 18 de julio de 1936 Pedro Muñoz Seca se halla en Barcelona con motivo del estreno en el teatro Poliorama de su obra La tonta del rizo. Estalla la Guerra Civil. Pocos días después, el autor pasea por la plaza de Catalunya en compañía de su esposa cuando es detenido y conducido a la Comisaría General de Orden Público. Recurre a sus contactos en el mundo de la cultura barcelonesa y, apelando también a sus derechos como funcionario, consigue ser trasladado a Madrid, donde cree que su defensa resultará más fácil. Pero la capital se halla sumida en el caos. Los partidarios de Franco llegan a la Casa de Campo, los ministros huyen, la ciudad se queda sin Gobierno, los comunistas y anarquistas controlan las calles… Pedro Muñoz Seca es un monárquico convencido y su amistad con Alfonso XIII, que le ha mostrado su admiración en múltiples ocasiones, es harto conocida. Durante el advenimiento de la II República en 1931 no ha ocultado su postura contraria. Este posicionamiento le condenará. Es fusilado en Paracuellos del Jarama el 28 de noviembre de 1936.
