Se pone en marcha en Barcelona, el Teléfono de la Esperanza.


Los orígenes del Teléfono de la Esperanza se remontan a finales del siglo XIX: un pastor anglicano, Chad Varah (Londres, 1953), motivado por la muerte de su hija, alumbró la idea. En España, el primer servicio de estas características se inicia en Vizcaya en 1967 de la mano también de una orden religiosa, los padres franciscanos de Irabalarri. Concebido como un servicio de orientación cristiana. Un año después, lo instaura en Bilbao el padre Jesús Biain, que lo anuncia con un sobrecogedor a la par que eficaz eslogan: “Antes de suicidarse, llame”. La denominación definitiva “Teléfono de la Esperanza” la acuña Serafín Madrid, hermano de San Juan de Dios, en Sevilla en 1969. En Barcelona el pionero es mosén Miguel Ángel Terribas, quien lo pone en marcha ese mismo año, el 1 de marzo, atendido inicialmente por sus propios familiares. El 1 de diciembre de 1971 se inaugura en Madrid. El empuje de las nuevas tecnologías y la evolución de los medios de comunicación no han conseguido relegar la importancia del Teléfono de la Esperanza. Al contrario.