De la “Paz de Dios” se deriva la “Tregua de Dios”, proclamada por vez primera en el sínodo de Charrou.


La «Paz de Dios» no consiste solamente en vivir pacíficamente, sino también en defenderse; evitar las guerras, pero también conservar la paz con la guerra. De la “Paz de Dios” se deriva la “Tregua de Dios”, proclamada por vez primera en el sínodo de Charroux (989), y difundida en toda Europa por los cluniacenses: Durante determinado tiempo, inicialmente en Semana Santa y Cuaresma y después durante varios meses, se suspenden todas las actividades guerreras.