Batalla del estrecho: batalla naval entre las flotas benimerí y cristiana.


SANCHO IV no ceja en su empeño de expulsar a los benimerines y de cerrarles el paso hacia la Península. Se inicia entonces la que ha dado en llamarse «Batalla del Estrecho». El primer objetivo es Tarifa. Tras firmar un acuerdo de colaboración con el rey de Granada -igualmente opuesto a la presencia benimerí en la península- y de soportar algunos ataques de estos últimos por la zona de Jerez, la flota cristiana se enfrenta a la marroqui en la bahía de Gibraltar. La batalla naval tiene lugar el 6 de agosto de 1291, la flota benimerí es totalmente destruida y el mar queda bajo dominio cristiano. Esta batalla representa, entre otras muchas cosas, la entrada en Castilla de un nuevo elemento de combate de trascendencia histórica: la galera. SANCHO IV contrata a un marino genovés de gran prestigio, Benito Zaccaria, que acude con siete galeras, a las que se unen otras cinco construidas en Sevilla. Con esta flota se patrulla y lucha en el estrecho y los marinos castellanos aprenden el arte de navegar y combatir en ellas.