LICINIO derrota a MAXIMINO en Adrianópolis, erigiéndose en dueño indiscutido de Oriente.


LICINIO derrota a MAXIMINO en Adrianópolis, erigiéndose en dueño indiscutido de Oriente. Así, pues, el Occidente está en manos de CONSTANTINO I el Grande y el Oriente en manos de LICINIO (313-324). MAXIMINO se suicida.