En Catalunya, las levas no dependen de un decreto real sino de una decisión de las Cortes.


A OLIVARES, como es lógico, le interesa que esté en paz la zona fronteriza pero también le son imprescindibles los mercenarios, ya que, por lo impopular de la guerra, cada vez resulta más
difícil reunir soldados. Se expone que a la menor contrariedad, los profesionales se le pasen al otro bando. Por otra parte, a principio, la revuelta le parecía muy oportuna. Con los amotinados iba a poder cubrir el cupo de hombres para Italia que no había modo de reclutar. En Catalunya, las levas no dependen de un decreto real sino de una decisión de las Cortes. De ahí que las órdenes de OLIVARES al virrey son de severidad y dureza, sin atender a razones