La muralla de Tarraco es construida en dos fases: al final del siglo III y en la segunda mitad del siglo II.


Las ciudades romanas, que tienen una estructura derivada del campamento militar (castrum), se caracterizan por su perímetro amurallado. La muralla de Tarraco es construida en dos fases: la primera, levantada al final del siglo III o principio del II aC con bloques megalíticos, tiene un ancho de cuatro metros y una altura de seis y está reforzada con torres de planta cuadrangular. En una segunda fase, en la segunda mitad del siglo II aC, se aumentará el ancho a seis metros y la altura a doce.