HISPANIA ROMANA (219 aC - 415dC)

Total de piezas: 153

Dos legiones romanas al mando del general GNEO CORNELIO ESCIPIÓN, desembarcan en Empúries.


Dos legiones romanas, al mando del general GNEO CORNELIO ESCIPIÓN, desembarcan en Empòrion (Empúries) donde apenas quedan restos de la colonia griega. El objetivo de dicho ejército es, principalmente, cortar las vías de abastecimiento de ANÍBAL y hacer que su ejército retroceda hacia África. La llegada de los romanos será la causa de un aumento espectacular de la masa monetaria en la Península Ibérica porque los romanos utilizarán la “seca” de Empúries para cubrir la mayor parte de sus necesidades financieras y la moneda se moverá con los ejércitos. La guerra familiarizará, pues, a los indígenas con el uso de la moneda. A partir, pues, de este momento, y hasta la mitad del siglo I dC, las “secas” ibéricas de Catalunya acuñarán monedas de bronce de tres valores que seguirán el patrón romano y llevarán una inscripción en íbero y unos motivos iconográficos.

Bajo el nombre de Hispania los romanos distinguirán a la península hasta los años finales del siglo V dC.


Con el sometimiento de los pueblos indígenas de la Península Ibérica por el imperialismo romano, la cultura de este substrato primigenio se perderá de una forma irreparable debido a la aculturización a la que será sometida por los romanos, el latín se convertirá en el nuevo idioma y la ciudad se convertirá en el centro de vida social. Bajo el nombre de Hispania, que acoge a todos los habitantes de la Península Ibérica, los romanos distinguirán a la península hasta los años finales del siglo V dC. Los testimonios más antiguos de la palabra “Hispania” se encuentran en el historiador romano, amigo de Augusto, Tito Livio, al narrar los sucesos de la Segunda Guerra Púnica (219-202 aC) acaecidos en la Península Ibérica.

Con la llegada de los romanos a la península Ibérica, ésta entra a formar parte de la historia escrita.


Con la llegada de los romanos a la península Ibérica, ésta empieza a formar parte de la historia escrita. Los geógrafos e historiadores griegos y romanos, nos describirán los diversos pueblos que habitan estas tierras. En efecto, en aquellos años, la Península Ibérica está poblada por diversos pueblos de culturas y etnias distintas, muy lejos de formar un compacto grupo unido o una sola civilización. En el centro, están los pueblos própiamente celtíberos de los arévacos y carpetanos. Al oeste, en tierra de campos, los vacceos y los vettones, ocupando Palencia y parte del suroeste burgalés. Los astures y cántabros, ocupan el norte de la provincia de Burgos, así como la actual Cantabria y la parte oriental de Asturias. Más hacia el Oriente, los autrigones, los caristios, los várdulos y los vascones. Entonces, están los pueblos íberos siguiendo toda la costa del Mediterráneo: jacetanos, layetanos. Ilergetas, cosetanos, ilercavones, etc, etc. Y en el sur: los oretanos, bastetanos, turdetanos…

Para cumplir con su objetivo, los romanos se dirigen hacia el sur y vencen a los cartagineses.


Para cumplir con su objetivo, los romanos, en Hispania, se dirigen -en la fecha- hacia el sur y vencen a las tropas cartaginesas dirigidas por Hannón cerca del oppidum de Cisse o Cesse (quizá Tarraco), capital de los cosetanos, estableciendo allí su cuartel general (castrum) y considerándose fundada la ciudad de Tarraco. Los íberos se dividen: los de la costa se alian con Roma y los del interior con Cartago. Por lo que los romanos inician, desde Tarraco, una campaña contra los ilergetas, tomando Atanagrum y derrotando a los lacetanos y a los ausetanos.

Desde que ponen el pie en la Península Ibérica, los romanos aprovechan las rutas de comunicación.


Desde que ponen el pie en la Península Ibérica, los romanos aprovechan las rutas de comunicación existentes con anterioridad a su llegada. Tales rutas son en su mayoría caminos de herradura no aptos para el tráfico con carretas, que es el que los romanos desarrollarán mayormente. Tanto la actividad comercial como la comunicación entre las ciudades y de éstas con la metrópoli precisarán de la existencia de una amplia red viaria, que Roma se preocupará de crear y conservar. Las grantes arterias estarán enlazadas entre sí por varias vías menores, que facilitarán las comunicaciones en un complejo entramado vial.

Los romanos que siguen hacia el sur, derrotan al cartaginés Asdrúbal Barca cerca de Hibera (Tortosa)


En la Península Ibérica, los romanos siguen por la costa de Levante hacia el sur, y en el año 216 aC. derrotan al cartaginés ASDRÚBAL Barca, hermano de ANIBAL Barca, cerca de Hibera (Tortosa) en la desembocadura del Ebro. ASDRÚBAL dirige una doble ofensiva púnica por tierra y por mar que es desbaratada por los romanos, quienes -apoyados por naves massaliotas- sorprenden a la flota cartaginesa fondeada en la desembocadura del Ebro y le causa graves daños (Batalla del Ebro). Las posiciones púnicas quedan fijadas al sur de dicho río. Los romanos comprenden enseguida la importancia estratégica de Tortosa. Hay que tener en cuenta que en estos años no se ha formado todavía el Delta del Ebro. La antigua línea de costa, coincide más o menos con la actual carretera Nacional 340 Barcelona-Valencia pasando por dentro de Amposta y la Rápita. Los romanos, por consiguiente, atracan su barcos en el puerto de Amposta.

Los romanos cruzan por primera vez el río Ebro y conquistan Sagunto.


Los romanos cruzan por primera vez el río Ebro y se encaminan por las tierras del sur hasta Sagunto, ciudad que conquistan en el año 215 aC., tomándola como punto de apoyo para proseguir su conquista por el Levante y por las tierras del Guadalquivir.

Batallas de Cástulo e Ilurci (Lorca), Los cartagineses vencen a los romanos que deben retirase.


El dominio de los romanos sobre tierras cartaginesas es notable hasta que ASDRÚBAL Barca, que habiendo huido de Tortosa ha acudido al Norte de África para apaciguar una sublevación, regresa con refuerzos y derrota a los ejércitos romanos que ya han recorrido la costa levantina y se han internado en el alto Guadalquivir, en las batallas de Cástulo e Ilurci (Lorca), ambas en el año 211 aC. En estas confrontaciones mueren los dos jefes romanos, PUBLIO y GNEO ESCIPIÓN. Los restos del ejército romano vuelven a pasar el Ebro, pero esta vez en retirada.

Roma envía a Hispania a un nuevo comandante para el ejército romano: PUBLIO CORNELIO ESCIPIÓN.


En el año 210 aC., Roma envía a Hispania a un nuevo comandante para el ejército romano: PUBLIO CORNELIO ESCIPIÓN, posteriormente llamado “Africano el Mayor” hijo del general del mismo nombre -Publio- muerto el año anterior. Consigue reorganizar las fuerzas romanas, que cuentan con más de 35.000 hombres, y emprende la ofensiva contra los ejércitos cartagineses. Con los indígenas establece alianzas pacíficas.