Inicia, pues, el gobierno del Condado de Barcelona, RAMON BERENGUER IV el Santo que sólo tiene diecisiete años. Fuera de su órbita siguen existiendo los Condados de Rosellón, Empúries, Urgell y Pallars. (Los «quatre pals de guls en camper d’or» ya son utilizados por este Rey-Conde de Barcelona). Uno de sus primeros actos consiste en la convocatoria de una asamblea de Paz y Tregua en la que se tratan fundamentalmente temas relacionados con el bien público.
