La imprenta se difunde en Catalunya de la mano de impresores alemanes.


La imprenta se difunde en Catalunya durante el último tercio del siglo XV, de la mano de impresores alemanes. El incunable más antiguo fechado en Barcelona es de 1475, aunque previamente podría haberse publicado alguna obra sin fecha. También en el siglo XV trabajan impresores en Tortosa, Tarragona, Girona, Montserrat i Perpinyà. Se distingue al editor, muchos de los cuales son en una primera fase conversos, y el impresor. Los impresores catalanes tendrán que competir con las grandes imprentas y ferias de Venecia y Lyon, donde ya en el siglo XVI se estamparán libros por encargo de editores de Catalunya. Desde mediados de siglo XVI se generalizarán, también, los romances de ciego impresos y otros folletones de medidas reducidas.