Se produce una revuelta de tejedores en Silesia que es reprimida por las tropas prusianas.


Junto con las fábricas, aparece la nueva clase del obrero fabril. Está integrada por personas que en un principio han encontrado en la industria mejores posibilidades de ingresos; pero el rápido crecimiento de la población conduce pronto a una superoferta de mano de obra. Como, además, no existe legislación social alguna, la masa de los obreros vive en la extrema miseria. Las tensiones se descargan violentamente. Así, en 1844, se produce una revuelta de tejedores en Silesia, que es reprimida por las tropas prusianas, pero que revela la profundidad de lo que se denomina la cuestión social. Las primeras asociaciones para luchar contra este estado de cosas tienen carácter clandestino, como consecuencia de la legislación prusiana en contra del asociacionismo.