La «Expedición real», Carlos María Isidro y sus fuerzas, llega hasta las mismas puertas de Madrid. Espartero le obliga a retirarse.


La «Expedición real», Carlos María Isidro con sus fuerzas, llega hasta las mismas puertas de Madrid, esperando ingenuamente que la propia regente María Cristina se le una y probablemente algunas complicidades que no se producen. Esta indecisión de los carlistas permite al liberal ESPARTERO reaccionar a tiempo y acaba obligando a los carlistas a retirarse sin haber alcanzado ningún objetivo práctico. El prestigio de ESPARTERO aumenta comenzando realmente, a partir de este momento, su carrera política.