La «Expedición real», Carlos María Isidro con sus fuerzas, llega hasta las mismas puertas de Madrid, esperando ingenuamente que la propia regente María Cristina se le una y probablemente algunas complicidades que no se producen. Esta indecisión de los carlistas permite al liberal ESPARTERO reaccionar a tiempo y acaba obligando a los carlistas a retirarse sin haber alcanzado ningún objetivo práctico. El prestigio de ESPARTERO aumenta comenzando realmente, a partir de este momento, su carrera política.
MARÍA CRISTINA de Habsburgo (Regente de España) (1885-1902)
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Nace en Gross Seelowitz, Bohemia, MARÍA CRISTINA de Habsburgo-Lorena. Será esposa de Alfonso XII.
Nace en Gross Seelowitz, Bohemia, MARÍA CRISTINA de Habsburgo-Lorena, hija del archiduque Carlos Fernando de Habsburgo-Lorena y de Isabel de Austria. Llegará a ser la esposa de Alfonso XII, rey de España.
ALFONSO XII acepta contraer un nuevo matrimonio.
Elena Sanz, la amante de ALFONSO XII, está en estado de siete meses, pero es evidente que este embarazo no soluciona el problema dinástico. De ahí que, ante las continuas presiones que recibe, ALFONSO XII acepta contraer un nuevo matrimonio. Pero el interés del Soberano en hallar una nueva compañera de trono obedece exclusivamente a razones dinásticas. Por tanto, puesto que lo considera asunto político, lo deja en manos de CÁNOVAS. La elegida es la archiduquesa de Austria MARÍA CRISTINA de Habsburgo-Lorena, hermana de un antiguo condiscípulo del Rey en el Theresianum y sobrina del emperador Francisco José de Austria. Viene precedida por la fama de ser una mujer extremadamente discreta, culta y prudente.
ALFONSO XII, se casa de nuevo con MARIA CRISTINA de Habsburgo-Lorena, archiduquesa de Austria.
ALFONSO XII, contrae segundas nupcias con MARIA CRISTINA de Habsburgo-Lorena, archiduquesa de Austria. Este matrimonio se convertirá para MARÍA CRISTINA de Habsburgo en un calvario de celos e infidelidades al compás de las voces de Elena Sanz y Adela Borghi, la Biondina, y de las muchas aventuras del Monarca con mujeres anónimas. Mientras tanto la amante del rey, que se ha ido a París, Elena Sanz, dará a luz un hijo, Alfonso.
ALFONSO XIl y su esposa María Cristina sufren un nuevo atentado del que salen ilesos.
Cuando ALFONSO XIl y su esposa María Cristina regresan a palacio después de un paseo por el Retiro, sufren un nuevo atentado del que salen ilesos. Un panadero de nombre Francisco Otero dispara a la pareja real. Al oír la detonación, la Reina se abraza a su esposo con ánimos de protegerle; pero la bala sale rozando la cabeza del monarca sin causarle ningún daño. Como en el anterior intento regicida, ALFONSO XII intercede ante CÁNOVAS para conmutar la pena capital de su agresor; sin embargo, ésta será ejecutada.
En España, al año de la boda, nace una princesa que garantiza la continuidad dinástica.
Ante la figura exuberante y el carácter ardiente de la Sanz, la Reina María CRISTINA sólo puede esgrimir las armas de su cultura, su equilibrio y su capacidad para dar al Soberano una cierta armonía doméstica. Ciertamente Alfonso XII admira sus muchas y buenas cualidades, pero lo que siente por ella dista mucho de poder llamarse amor y mucho menos atracción sexual. María Cristina también cuenta en su haber con la baza definitiva de darle un heredero. Al año de la boda, en septiembre de 1880, nace una princesa que garantiza la continuidad dinástica, pero que genera una cierta frustración por el hecho de no ser el esperado varón. La inteligencia de la Habsburgo supo cómo compensar al Soberano y a su pueblo, e insiste en que la recién nacida sea bautizada con el nombre de María de las Mercedes.
Miguel de UNAMUNO comienza a trabajar en un colegio, como profesor de latín y psicología.
Miguel de UNAMUNO, nacido en Bilbao el 29/9/1864, comienza a trabajar en 1885, en un colegio como profesor de latín y psicología y publica un artículo titulado «Del elemento alienígena en el idioma vasco» y otro costumbrista «Guernica», aumentando su colaboración en 1886 con el «Noticiero de Bilbao».
Nace BLAS INFANTE (1885-1936) «padre del nacionalismo andaluz», o «padre de la patria andaluza».
Nace BLAS INFANTE (1885-1936) «padre del nacionalismo andaluz», o «padre de la patria andaluza», en Casares (Málaga), Su padre, Luis Infante Andrade, licenciado en Derecho, es secretario del Juzgado del pueblo. Su madre, Ginesa Pérez de Vargas, pertenece a una familia de labradores de clase media. Tras cursar los estudios primarios en la escuela de Casares, ingresará como alumno interno en los Escolapios de Archidona (Málaga), donde estudiará el bachillerato entre 1895 y 1899. Su encuentro con los jornaleros andaluces le impresiona ya tempranamente, como recuerda años más tarde cuando escribe: «Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo».
ALFONSO XII recomienda fervientemente a su esposa, que luche por preservar el turnismo político.
En noviembre de 1885, pocos días antes de su muerte, ALFONSO XII deja claro su compromiso con el espíritu de la Restauración al recomendar fervientemente a su esposa, la reina María Cristina, que luche por preservar el turnismo político, mediante el cual se cierra el paso, por la derecha y por la izquierda a quienes no están de acuerdo de ninguna manera con la Monarquía. La voluntad del Monarca quedará refrendada con el denominado Pacto de El Pardo que se adoptará días después.
Por el Pacto de El Pardo, Cánovas y Sagasta se comprometen a alternarse, de forma pacífica, en el uso del poder.
En víspera de la muerte del rey ALFONDO XII y a iniciativa del general MARTÍNEZ CAMPOS, los líderes de los partidos Conservador y Liberal se entrevistan y firman el llamado «Pacto de El Pardo» por el que se decide la sustitución del gobierno de CÁNOVAS -conservador- por el de Práxedes Mateo SAGASTA (1885-1890) -liberal-. Dª MARÍA CRISTINA de Habsburgo -segunda esposa de ALFONSO XII- se halla encinta por lo que se aplaza el nombramiento del sucesor hasta el alumbramiento, por ser hembras las dos hijas primeras. Es reconocida como regente (1885-1902). Apoyándose en una constitución moderada, que establece la soberanía compartida del Rey y de las Cortes, CÁNOVAS y SAGASTA, con el propósito de garantizar la continuidad de la monarquía ante las fuertes presiones por parte de los carlistas y de los republicanos, instauran el sistema rotatorio de los dos grandes partidos que se turnarán en el gobierno mediante manejos caciquiles. Se trata de imponer un sistema parlamentario pragmático, que dejará fuera a quienes no aceptan la monarquía borbónica: republicanos, carlistas, socialistas y anarquistas.