Miguel de UNAMUNO, nacido en Bilbao el 29/9/1864, comienza a trabajar en 1885, en un colegio como profesor de latín y psicología y publica un artículo titulado “Del elemento alienígena en el idioma vasco” y otro costumbrista “Guernica”, aumentando su colaboración en 1886 con el “Noticiero de Bilbao”.

Miguel de UNAMUNO, en 1888, se presenta a la cátedra de psicología, lógica y ética del Instituto de Bilbao convocadas por la Diputación de Vizcaya, junto con Sabino Arana y el novelista y folclorista Resurrección María de Azkue, adjudicándose la plaza éste último. Miguel de UNAMUNO polemiza con ARANA, que inicia su actividad nacionalista, ya que considera a UNAMUNO como vasco pero “españolista” debido a que UNAMUNO, que ya ha escrito algunas obras en euskera, considera que ese idioma está próximo a desaparecer y que el bilingüismo no es posible. “El vascuence y el castellano son incompatibles dígase lo que se quiera, y si caben individuos no caben pueblos bilingües. Es éste de la bilingüidad un estado transitorio”

Miguel de UNAMUNO -que pertenece a la llamada Generación del 98- es nombrado, en 1901, rector de la Universidad de Salamanca.

Desde la intelectualidad, Miguel de UNAMUNO pronuncia, en la fecha, una conferencia en contra del proyecto de la “Ley de Jurisdicciones” en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

En 1914 el ministro de Instrucción Pública destituye a Miguel de UNAMUNO del rectorado por haber apoyado a los aliados en la Primera Guerra Mundial, convirtiéndose UNAMUNO en mártir de la oposición liberal.

Los días inmediatamente posteriores al golpe de Estado es bien perceptible en la prensa madrileña una clara popularidad de PRIMO de RIVERA, excepto en la de tendencia republicana que muestra ciertas reticencias. De una manera inmediata ningún político que hubiera sido sustituido por la dictadura condena el nuevo régimen. Los socialistas aparecen en situación de expectativa frente al golpe y tampoco muestran su apoyo hacia la clase política que ha sido desplazada. En cuanto al resto del movimiento obrero, los comunistas tienen una fuerza muy escasa y también los anarquistas que, a causa del terrorismo, han destruido la suya. Al principio entre el mundo intelectual, que con el paso del tiempo se convertirá en la más clara oposición al régimen primorriverista, los opositores son pocos, tan sólo Miguel de UNAMUNO, Manuel AZAÑA y Ramón Pérez de Ayala se muestran de forma inequívoca en contra del Dictador. A la vista de la situación descrita cabe pensar que si el rey ALFONSO XIII se hubiera opuesto al golpe de Estado del 13 de septiembre hubiera puesto su trono en peligro.

Sus constantes ataques al rey y al dictador Primo de RIVERA hacen que éste destituya nuevamente a Miguel de UNAMUNO y lo destierre a Fuerteventura en febrero de 1924. El 9 de julio será indultado, pero él se desterrará voluntariamente a Francia; primero a París y, al poco tiempo, a Hendaya, en el País Vasco francés.

En la fecha, después de la caída del régimen de Primo de RIVERA, Miguel de UNAMUNO regresa a España cruzando a pie el puente de Irún, y siendo recibido triunfalmente en Salamanca. En 1931, al triunfar la República, será repuesto en el cargo de rector de la Universidad de Salamanca. El 14.4.1931 proclamará oficialmente la II República Española desde el balcón del Ayuntamiento, en la plaza Mayor de Salamanca.

Se celebra en la universidad de Salamanca un acto de homenaje al filósofo y escritor Miguel de UNAMUNO, con motivo de su jubilación. En sus primeros años, enmarcado en la generación del 98, fuertemente influida por el desastre de Cuba, participa de las ideas políticas del regeneracionismo. Posteriormente, en la década de los noventa del siglo XIX, convencido de que los males del país necesitan remedios sociales y económicos se afilia al PSOE; lucha contra la dictadura de Primo de Rivera y participa activamente en la República. Finalmente, durante la guerra civil, será repudiado por los republicanos al permanecer en Salamanca tras ser ocupada por los nacionalistas.

La República destituye de nuevo a Miguel de UNAMUNO en el cargo por suscribir un documento apoyando la rebelión militar en el que hace un llamamiento a los intelectuales europeos para que la apoyen. Con Salamanca en zona nacional será repuesto nuevamente en el cargo de rector vitalicio de la universidad de Salamanca, pero poco a poco Unamuno se va desencantando con el bando franquista.