Florencia es fundada como una colonia de la ciudad etrusca de Fiesole allá por el año 200 aC. (Posteriormente se convertirá en la Florentia romana, una ciudad acantonada que controla la Via Flaminia.)

Florencia a principios de siglo XII se convierte en una comunidad libre, y hacia el año 1138 es gobernada por 12 cónsules respaldados por un puñado de ricos comerciantes que constituyen el Consejo de los Cien.

En Florencia, en la fecha, debido a problemas insostenibles por los enfrentamientos entre sectores, el consejo es sustituido por un gobernante extranjero (de este modo puede ser supuestamente imparcial) llamado el podestà.

Los MÉDICIS es una familia italiana que pertenece al partido güelfo. Uno de sus primeros miembros por esta época es BONAGIUNTA. (“Güelfos”, así se llamaban a los defensores de los papas, en contra de los “gibelinos”, o sea, partidarios de los emperadores de Alemania).

En Florencia, en el siglo XIII, los partidarios del Papa (los güelfos), y los que apoyan al emperador (los gibelinos) estarán enfrentados durante un siglo tras el cual se formará un gobierno regentado por los güelfos en el año 1250.

El poderío de Venecia, logrado al precio de incesantes luchas con sus rivales, Pisa y Génova, se materializa en 1284 en la acuñación de una moneda de oro, el ducado, que durante tres siglos, será, con el florín de Florencia, la medida monetaria del mundo mediterráneo occidental.

Hacia 1292, Florencia se harta de nobles escandalosos y son expulsados del gobierno. La ciudad pasa a ser gradualmente más democrática hasta llegar a convertirse finalmente en una república comercial controlada por la facción más dura de la clase comercial güelfa.

Italia es en la baja Edad Media y en la Edad Moderna (siglos XIII – XV) una de las áreas de Europa donde más viva está -por múltiples causas- la controversia intelectual. El toscano se convierte, gracias a las obras de grandes escritores, en una de las primeras lenguas modernas de Europa. La cultura que florece en Italia durante aquellos siglos infuye en toda Europa. El humanismo y el Renacimiento italianos, son el principio de un desarrollo en el campo de los conocimientos y los valores cuyo desenlace será el gran acontecimiento revolucionario que inaugura Inglaterra en 1688-1689 y concluye Francia en el decenio 1789-1799.

Recuperada del horror causado por la peste negra, Florencia se encuentra hacia 1360 entre los numerosos Comunes independientes de la Península Italiana. La autoridad que los magistrados de la ciudad poseen no les proviene del exterior, y pueden tratarse de igual a igual con los príncipes y extranjeros. Pisa, Siena, etc, aunque menos poderosas, se hallan también en análoga situación. El mismo fenómeno puede observarse en las regiones limítrofes de la Italia Central y en el valle del Po. Florencia se encuentra así en el corazón de una zona muy fragmentada políticamente, y en el interior de la cual no deja escapar jamás las ocasiones que se le presentan para ampliar su territorio.

Los florentinos, temerosos de las consecuencias de la medida adoptada contra ellos por GREGORIO XI, deciden pedir a CATALINA de Siena (1347-1380) que se desplace a Aviñón e interceda a su favor ante el Papa. Así lo hace, logrando calmarle; pero luego, pasando del miedo a la insolencia, envían otra embajada que la desautoriza y destruye toda su labor en favor de la conciliación.