Nace en Santa Cruz de Tenerife Leopoldo O’Donnell, hijo del  patriota Carlos O’Donnell y Josefa Jorris. Como militar y politico jugará un papel de primer orden en la España del siglo XIX.

La política interna española muestra una evidente decadencia. La Unión Liberal encuentra en O’DONNELL, Ríos Rosas, Cánovas y PRIM a sus personajes imprescindibles. O’DONNELL sueña con reverdecer viejos laureles imperiales, tal vez para solapar los graves problemas internos, con rimbombantes expediciones militares a la Conchinchina, el Pacífico y México, pasando por Marruecos. La Cuádruple Alianza, coloca a las naciones ibéricas bajo la protección de las dos grandes potencias liberales como pequeños satélites, convertidos en sus piezas de caza financiera y económica y sometidos a un ambicioso proyecto colonialista.

El autoritarismo de ESPARTERO le enfrenta muy pronto con su propio partido y de hecho gobierna con el sólo apoyo de su camarilla. O’DONNELL -en la fecha- encabeza en Pamplona un levantamiento contra ESPARTERO con el fin de colocar de nuevo en la Regencia a MARÍA CRISTINA. Enseguida otros generales le imitan en distintos puntos de España.

O’DONNELL tiene que reprimir en Matanzas una conspiración relacionada con el problema de los negros.

El autoritarismo de los gobiernos conservadores y concretamente los proyectos involucionistas del moderado Bravo Murillo, genera el descontento de los progresistas quienes unidos en una “tercera vía” que concilia a radicales con moderados, y bajo la conducción del general O’DONNELL, dan un golpe, en la fecha, que si bien no triunfa por las armas a causa del indeciso resultado del combate de Vicálvaro -la Vicalvarada- y la retirada de O’DONNELL a Andalucía, produce un movimiento de insurrección popular que crea juntas en diversas ciudades. La Vicalvarada se inicia como el resultado del malestar de los militares conservadores, pero acabará convirtiéndose en un conjunto de reivindicaciones de tipo progresista, que tendrá en la figura de ESPARTERO a su representante.

El 7 de julio, O’DONNELL firma el llamado Manifiesto de Manzanares, redactado por CÁNOVAS del Castillo, en el que encontramos una serie de peticiones de talante progresista, tales como, una reforma de la ley electoral, de la de imprenta, etc. Se suceden una serie de manifestaciones, entre los que podemos destacar, la de Barcelona de 14 de julio, y la de Madrid el 17.

Las murallas que envuelven Barcelona se han convertido en un peligroso cíngulo que la estrangula hasta el ahogo. La unanimidad en favor del derribo es, pues, total, sin distinción de ideologías ni de clases sociales. El gobierno progresista de ESPARTERO-O’DONNELL aconseja a ISABEL II su derribo. Un solo poder se resiste a ceder: El Ministerio de la Guerra que considera a Barcelona ciudad estratégica y con el derribo de la muralla su defensa se complica. En la fecha toda la muralla de Barcelona queda derribada.

Estando en Turquía PRIM conoce la noticia del victorioso pronunciamiento liberal en España (La Vicalvarada) y regresa apresuradamente. O’DONNELLL y ESPARTERO han llegado a un acuerdo de colaboración para ejercer el poder, pero ninguno desea favorecer a PRIM quien decide presentarse como candidato para las cortes constituyentes, elecciones que se celebran el 8 de noviembre de 1854, y comprendiendo que los demócratas (republicanos y socialistas) son una fuerza en ascenso, recoge en sus promesas algunas de sus aspiraciones junto a las de los liberales progresistas. El general PRIM es elegido diputado en representación de Barcelona por gran mayoría. PRIM pregunta al Gobierno desde el Parlamento: “los catalanes, ¿son o no españoles?”. Si lo son, que les devuelvan las garantías constitucionales, porque las han conquistado con su sangre; si no…”levantad de allí vuestros reales; dejadlos, que para nada os necesitan”.

En 14 de julio de 1856, un golpe de Estado protagonizado por el general O’DONNELL contra el gobierno de ESPARTERO acaba con el llamado “Bienio progresista”. ESPARTERO debe dimitir. Abandona, pues, su actividad pública retirándose de nuevo a Logroño, donde gozará de extraordinario prestigio, convirtiéndose en una de las figuras más representativas del liberalismo español del siglo XIX. A partir de ese momento, de nuevo ISABEL II mantendrá su política de favorecer a los grupos conservadores, procurando impedir que los partidos más democráticos alcancen el poder. ISABEL II vive rodeada de una camarilla ultrarreaccionaria que a veces logra imponerse haciendo dimitir a varios gabinetes.

A principio de 1856, Juan PRIM reprime una rebelión de los rifeños en Melilla. Asciende a teniente general, cesando poco después como capitán general de Granada cuando O’DONNELL llega al poder en sustitución de ESPARTERO. PRIM se adhiere a la Unión Liberal de O’DONNELL y es designado senador.