POMPEYO el Grande (Cónsul de la República de Roma)(70-69 aC )(55-54 aC)(52-51 aC)

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A pesar de sus éxitos (o quizá por ello mismo) CÉSAR se sabe amenazado por los líderes del Senado.


A pesar de sus éxitos (o quizá por ello mismo) CÉSAR se sabe amenazado por los líderes del Senado. Para conjurar el peligro decide convocar a sus dos socios de triunvirato a una reunión en Luca, junto a la frontera. Allí se decide que POMPEYO y CRASO se presentarán al consulado para el año siguiente, de manera que ellos se encargarán de prorrogarle por otros cinco años el mando sobre las Galias.

Con la ayuda del gobernador romano de la provincia de Siria, el rey de Egipto, TOLOMEO XII, recupera el trono.


Con la ayuda del gobernador romano de la provincia de Siria, instigado por POMPEYO, el rey de Egipto, TOLOMEO XII, recupera, en la fecha, el trono y pasa a sangre y a fuego a sus enemigos, incluida su hija Berenice. En Roma, POMPEYO queda como el protector oficioso de la dinastía lágida.

La muerte de Craso en Oriente, supone el fin natural del triunvirato. César y Pompeyo se enfrentan.


La muerte de Craso en Oriente, supone el fin natural del triunvirato. Había en Roma un ambiente de guerra civil entre las fuerzas de choque de los dos partidos enfrentados, el de CÉSAR y el del Senado. Los tumultos impiden efectuar las elecciones por lo que la ciudad estará sin cónsules durante ocho meses. CÉSAR está apoyado por los populares y sus legiones de la Galia y POMPEYO lo está por la aristocracia senatorial y las provincias hispanas.

Clodio, el “hombre” de César en Roma es asesinado. El Senado nombra a Pompeyo “cónsul único”.


CLODIO, el “hombre” de CÉSAR en Roma es asesinado. El Senado decide nombrar a POMPEYO “cónsul único” con el poder de un dictador.

En Roma, se teme que CÉSAR, del partito plebeyo, haga valer su influencia para favorecer al pueblo.


Mientras tanto, en Roma, los conservadores del partido patricio temen que CÉSAR, del partido plebeyo, haga valer su influencia para favorecer al pueblo, por lo que se alían a la desesperada con POMPEYO, a su vez lo bastante celoso de CÉSAR como para prestarse a ser utilizado como antagonista suyo. De hecho, CÉSAR y POMPEYO están distanciados, tanto por el carácter y tendencias políticas como por sus comunes deseos de imponerse a los demás. POMPEYO, en consecuencia, no puede tolerar que le haga sombra su rival JULIO CÉSAR, el conquistador de las Galias.

Se da el ultimatum senatorial encargando a POMPEYO la defensa de la República frente a CÉSAR.


Se da el ultimatum senatorial por el que se encarga a POMPEYO -del partido conservador- la defensa de la República frente a CÉSAR. Éste constituye, actualmente, el mayor peligro. CÉSAR recibe la orden del Senado en el sentido de que disuelva las legiones y se persone en Roma si quiere presentar su candidatura para un segundo consulado. CÉSAR comprende las intenciones del Senado y sabe que si obedece, lo más probable es que lo procesen con cargos amañados y lo ejecuten. Después de largas conversaciones, a través de sus representantes en Roma, CÉSAR se muestra dispuesto a plegarse a las exigencias del Senado si POMPEYO renuncia a su gobierno de las dos provincias de Hispania (Citerior y Ulterior) y resigna el mando de sus tropas. POMPEYO se niega en redondo a tal acuerdo.