En Roma se ha producido la derrota del partido popular. Las esperanzas que había suscitado de conferir derecho de ciudadanía a los itálicos, frustradas por el asesinato de Livio DRUSO, el tribuno de la plebe y su principal defensor, provocan la rebelión de las provincias itálicas. Se origina la conocida como «guerra social (91 aC – 88 aC)». En este guerra participa POMPEYO, el que posteriormente será conocido como POMPEYO el Grande.
POMPEYO el Grande (Cónsul de la República de Roma)(70-69 aC )(55-54 aC)(52-51 aC)
Total de piezas: 37
La resistencia en Sicilia (Carbo) y África (Domicio) es rápidamente sofocada por el general POMPEYO.
La resistencia en Sicilia (Carbo) y África (Domicio) es rápidamente sofocada por el general POMPEYO (del partido de SILA). Queda entronizado en el reino de Numidia, JUBA I. POMPEYO es recompensado por SILA con el título de «Magnus» («el Grande»).
Tras la muerte de Sila, la posición de Sertorio en Hispania se debilita. Pompeyo sale tras él.
Con los cambios que se están dando en Roma tras el fin del régimen de Sila, la posición de SERTORIO en Hispania comienza a debilitarse. POMPEYO (optimate = senador) es nombrado por el Senado romano para que con un fuerte ejército acabe con la secesión de SERTORIO. Así, pues, en la fecha, POMPEYO se dirige hacia Hispania, llegando hasta Dertosa (Tortosa)
Pompeyo se dirige hacia Valentia donde Sertorio tiene su centro de operaciones. Cae Valencia y Denia
Desde Dertosa, en Hispania, POMPEYO, en la fecha, sigue hacia el sur, llegando hasta Valentia donde SERTORIO tiene su centro de operaciones. Pronto la ciudad cae en manos de los pompeyanos y poco a poco la guerra se irá decantando a favor de Pompeyo, que acabará por conquistar Díaniuni (Denia), plaza fuerte que habría permitido a los sertorianos mantener sus contactos con el exterior.
POMPEYO ocupa Iruña, principal ciudad vascona, y en ella instala la población romana de Pamplona.
Después de Valentia, POMPEYO ocupa Iruña, principal ciudad vascona, y en ella instala la población romana de Pompaelo (Pamplona), con la intención de dominar desde esa comarca las comunicaciones entre el río Ebro y los Pirineos, entre la Penísula Ibérica y la Galia. POMPEYO es un hombre inteligente. En lugar de crucificar a los caudillos indígenas derrotados, les devuelve la libertad y los trata con magnanimidad. Ellos, vivamente impresionados por tan inesperada generosidad, le quedan agradecidos de por vida. (Bajo la actual catedral de Pamplona, gótica, se han encontrado yacimientos romanos de cierta importancia). De hecho, esta aldea -Iruña- es ya mencionada por los primeros historiadores romanos, que muestran la gran dificultad que tienen los generales de Roma en conquistar esas tierras para incorporarlas a las ricas provincias romanas de Hispania.
Desde Pamplona, POMPEYO efectúa una campaña por Gracchurris, Renieblas, Palantia.
En el año 74 a. C. Pompeyo dispone de 40.000 a 50.000 hombres en su ejército gracias a los refuerzos que ha recibido desde Roma, mientras que Sertorio ve menguar sus fuerzas, más por las deserciones que por bajas en combate. Es entonces que los senatoriales cambian su táctica, en lugar de enfrentar al hábil SERTORIO en costosas campañas campales optan por asediar y conquistar una por una las plazas fuertes enemigas. Sin embargo, SERTORIO consigue causarles numerosas bajas al socorrer oportunamente a sus ciudades. A esto se suma que los senatoriales tras apoderarse de las zonas costeras llevan la guerra al interior de la península, evitando así la llegada de refuerzos y suministros por mar a los sertorianos. Desde Pamplona, POMPEYO efectúa una campaña por Gracchurris, Renieblas, Palantia y sube hacia el norte para regresar al lugar de origen.
POMPEYO efectúa una campaña por Septimanca y repele asimismo diversos ataques de Metelo.
A lo largo del año 73 aC., POMPEYO, lleva a cabo una intensa campaña de conquistas en la Celtiberia, lo que obliga a SERTORIO a hacerse fuerte en el valle del Ebro (especialmente en las ciudades de Ilerda, Osca y Calagurris). Las plazas fuertes de SERTORIO en el Levante -Tarraco y quizás Dianium – también caen durante estos meses.
Marco Perpenna es derrotado en combate al presentarle batalla a POMPEYO, y es ejecutado.
Marco Perpenna asume el gobierno de las pocas plazas que se mantienen firmes a la rebelión en la Citerior como sucesor de Sertorio, pero poco después es derrotado en combate al presentarle batalla a POMPEYO, cae prisionero en el lance y es ejecutado poco después por orden directa de POMPEYO. Con su ejecución evita que Marco Perpenna utilice cierta correspondencia comprometedora que consigue tras la muerte de Sertorio y que inculpa a muchos aristócratas itálicos en la revuelta. POMPEYO concluye la guerra con rapidez y regresa con sus tropas a Italia dejando atrás una fidelísima clientela que necesitará más adelante.
Marco Perpenna, uno de los hombres de confianza de Sertorio, lo asesina durante un banquete.
Durante un tiempo, SERTORIO se mantiene firme e incluso sus tropas celtíberas y lusitanas derrotan a algunos de los ejércitos enviados por Roma. Pero luego las cosas empiezan a ir mal, muchos de sus partidarios lo abandonan y uno de sus hombres de confianza Marco Perpenna, lo asesina -en la fecha- durante un banquete. Su guardia personal, formada por hispanos, se suicida en el acto según la tremenda costumbre del país. En este momento, diversas ciudades se someten a POMPEYO. También se someten los vascones leales a Sertorio. Sólo se resisten: Tiermes, Uxama (Osma), Clunia y Calagurris, pero las tres son tomadas por los legionarios romanos. Cabe hacer especial mención a la obstinación final de Calagurris, en cuyo asedio según la propaganda de la época los sertorianos más radicales llegan a la antropofagia antes de rendirse a las tropas pompeyanas. Este hecho trascenderá tanto en la opinión pública que bien entrado el Imperio aún se hablará de la «fames calagurritana». La mayoría de los prófugos sertorianos huyen a Mauritania o se unen a los piratas cilicios.
POMPEYO se decide acabar con los últimos residuos en la Península itálica del ejército de ESPARTACO.
POMPEYO se decide acabar con los últimos residuos del ejército de ESPARTACO