En un intento para conseguir apoyo árabe en su guerra contra Turquía, Gran Bretaña inicia, en la fecha, negociaciones con HUSSEIN ibn Ali, que se dice descendiente de Hachem, a su vez descendiente de Ismael (hijo de Abraham) y bisabuelo de Mahoma, por lo que es reconocido como jerife de La Meca, en Hiyaz, región de la península Arábiga. En la fecha, el Alto Comisionado Británico en El Cairo, Sir H. McMahon, informa a Hussein que si los árabes se alzan contra los otomanos, Gran Bretaña “está dispuesta a apoyar la independencia de los árabes dentro de los límites solicitados por el jerife de La Meca”. El tiralíneas colonial traza entonces una divisoria un tanto difusa, pero Husein entiende que todos los territorios se convertirán en un Estado árabe independiente. Londres no piensa exactamente lo mismo. Años más tarde, McMahon da su versión: “Considero que era mi deber afirmar, y así lo hice de manera enfática, que no pretendía asegurar al rey Husein la inclusión de Palestina en el área sobre la que había prometido la independencia árabe”. (London Times, 23/VII/1937).

HUSSEIN Ibn Ali, emir (jefe) de los hachemíes de La Meca, se proclama rey del Hiyaz en rebeldía contra el poder turco que domina la región. Londres le promete la constitución de un? Estado independiente si los árabes colaboran con los británicos, sublevándose contra los turcos y abriendo un frente en el sur de las provincias otomanas. Lógicamente, los ingleses apoyan la revuelta como medio para debilitar a los turcos. El famoso LAWRENCE de Arabia será quien se convierta en el principal consejero de Hussein y de sus tres hijos, levantando a las tribus nómadas contra los otomanos. La revuelta conseguirá rechazar a los turcos más allá de Damasco. El proyecto de los hachemitas es formar diversos reinos con los territorios liberados. Sin embargo, Gran Bretaña y Francia deciden traicionar la confianza árabe y repartirse los territorios en sendos protectorados.

Los árabes habían confiado en ser independientes desde la caída del Imperio otomano en 1917. Pero a pesar de haberse firmado un acuerdo por el que se crearía un reino árabe oriental para HUSSEIN (FEISAL), que abarcaría lo que hoy es Siria, Jordania, Palestina y Arabia Saudí, las potencias occidentales no lo respetan -Conferencia de San Remo y la Paz de Slvres (1920)- y se reparten la zona, de acuerdo con su acuerdo secreto, para crear lo que se acuerda en llamar “mandatos”. (Al final de la Primera guerra mundial, tras haberse efectuado el reparto de las antiguas colonias alemanas y de las provincias árabes del extinto Imperio otomano, la SDN (Sociedad de Naciones) adjudica a cada potencia vencedora, y para cada territorio, un mandato que definía la política que debería llevarse a cabo. Los países árabes son denominados “mandatos A”, lo que significa que la potencia mandataria correspondiente tiene por misión llevarlo a la independencia. No obstante no se fija plazo y las potencias mandatarias actuarán en general como si se tratara de una colonia. Y nunca abandonarán el país hasta que se vean obligadas a ello.

En virtud del Tratado de Sèvres (10/8/1920), se desmembra el multiétnico Imperio Otomano reduciéndolo a una décima parte de su otrora enorme territorio, y así se crean los estados árabes actuales que pasarán a ser protectorados hasta sus respectivas independencias. Por otra parte, los gobiernos de París y Londres, para calmar las exigencias de los hachemíes HUSSEIN IBN ALI y sus tres hijos, ABDULLAH, FAISAL y ALÍ, les confían a guisa de compensación por su colaboración en la pasada Guerra: Transjordania (País inventado: El desierto al este del Jordán fue segregado de Palestina y transformado en el emirato de Tranjordania) a ABDULLAH; Irak, a FAISAL, que será reconocido como FAISAL I, rey de Irak (1921-1933) (Después de haber sido brevemente rey de Siria hasta que los franceses lo han rechazado recibe ahora la recompensa británica). El otro hijo de HUSSEIN, ALÍ, pasa a ser rey de Hejaz, territorio que pronto será anexionado por los saudíes.

Las ambiciones de un jeque beduino llamado ABDELAZIZ BIN SAUD, emir de Nayd -heredero de la dinastía de los wahabitas- truncan los sueños del hachemita HUSSEIN, que en la fecha, es expulsado de La Meca por SAUD, que, aprovechando el colapso del Imperio otomano, se apresura a unificar en el seno de la península arábiga -dando nacimiento a la actual Arabia Saudí y no hachemita- a todas las tribus que controla. HUSSEIN morirá en Chipre exiliado y su hijo ALI en Irak, refugiado en la corte de su hermano Faisal I.

Como en otras ocasiones, la violencia empieza cuando, en la fecha, tres judíos son asesinados por árabes y al día siguiente lo son dos palestinos en represalia. En estos años los palestinos comienzan a actuar como guerrilla. Poco a poco los británicos van perdiendo el control de los núcleos urbanos árabes. Sólo recuperan algunas zonas gracias al apoyo del clan de Raguib al Nashashibi. Éste, rival del muftí, mantiene relaciones con ABDULLAH, hijo del jerife HUSSEIN Ibn Ali de La Meca, rey de Transjordania -Estado creado por los británicos en 1923-, que ambiciona unir bajo su Corona a la Palestina que no está en manos judías.