El nuevo rey Ordoño de Asturias, delega el gobierno de sus territorios fronterizos a gentes de la familia real, quienes tendrán gran libertad de acción a cambio de su fidelidad: su hermano Gatón será conde del Bierzo y su hermano o cuñado Rodrigo, conde de Castilla. El condado de Castilla hacia el 860 se extiende hacia el sur por la Merindad de Sotoscueva, Espinosa de los Monteros, Bricia, Valdivielso, Mena, La Losa, Valdegovía y el Valle de Tobalina, y llegando por el este siguiendo el río Ebro hasta Puentelarrá y por el oeste hasta Brañosera y Aguilar de Campoo. El conde será el encargado de recaudar los impuestos, cobrar las multas e impartir justicia en sus territorios. En los primeros años de su gobierno se reanuda la repoblación de nuevos territorios bajo la acción de eclesiásticos y señores pero a partir del 860 el propio conde va actuar y repoblará Amaya (860). La expansión del condado de Castilla hacia el sur y el este se produce aprovechando la debilidad del emirato de Córdoba y es ejecutada a instancias del rey Ordoño I por el conde Rodrigo. En la frontera riojana se van a conquistar diversas fortalezas y ciudades: Haro, Cerezo de Río Tirón, Castil de Carrias y Grañón. Y se fundan nuevas fortalezas (Frías, Lantarón).
Pero el hito más conocido del conde Rodrigo es la repoblación de Amaya en el 860, lo que lleva a adelantar la línea de fortalezas hasta Urbel del Castillo, Castil de Peones, Moradillo de Sedano, Oca y Cerasio (Cerezo de Roo Tirón).