INGUSHETIA

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Proclamación de independencia en Chechenia. Éxodo de los rusos de la región y a la separación de Ingushetia de Chechenia.


La proclamación de independencia en Chechenia, da lugar a un gran éxodo de los rusos residentes en la región, en una proporción difícilmente calculable, y que algunos cifran entre 45.000 y 240.000 personas. También provoca la separación de Ingushetia de Chechenia que forma su propia república. Estas dos comunidades llegarán a enfrentarse por el reparto de algunos territorios, problemas que aún hoy no han sido definitivamente resueltos. En ese momento, Moscú, condicionado por sus luchas internas, consciente de que es poco oportuno abrir nuevos frentes, decide dejar que el conflicto quede congelado hasta mejor ocasión.

Las relaciones osetio-ingushes se rompen y se establece una breve pero cruenta guerra que produce 600 muertos.


Las relaciones osetio-ingushes se rompen y se establece una breve pero cruenta guerra que produce 600 muertos. Estos dos pueblos vecinos vienen manteniendo un enconado conflicto desde que los ingushes regresaron de la deportación de Stalin en la década de 1950 y reclamaron un pequeño territorio (la región de Prigorodny) que les había pertenecido y que fue transferido a Osetia del Norte.

Desplazados por la guerra de Chechenia han huido a 130.000 a la república vecina de Ingushetia. 42.000 a Daguestán y 5.000 a Osetia del Norte.


Según fuentes de ACNUR, la cifra total de desplazados por la guerra al 31 de enero de 1995 se aproxima a las 400.000 personas. De ellas unas 160.000 habrán huido a las repúblicas vecinas de Ingushetia (130.000), Daguestán (42.000) y Osetia del Norte (5.000). Un 95% de estas personas han encontrado refugio en familias, los demás en lugares improvisados a tal fin por las autoridades o por ellos mismos. Entre los refugiados hay un elevado porcentaje de mujeres, niños y ancianos. El problema de los refugiados crea dificultades en Ingushetia (que además ha recibido otros 50.000 refugiados a consecuencia del conflicto que le ha enfrentado con Osetia del Norte) y en Daguestán, prácticamente bloqueada al haberse cortado las vías de comunicación con Rusia. El estancamiento del conflicto y la perspectiva de nuevas negociaciones, ha estimulado el regreso de algunos refugiados, pero la inmensa mayoría por el momento se niegan a volver a sus hogares.

A la lucha de los clanes y las peleas por el poder entre los moderados de Masjadov y los radicales de BASAIEV se une el movimiento wahabí.


A la lucha de los clanes y las peleas por el poder entre los moderados de Masjadov (alejados del movimiento wahabí) y los radicales de BASAIEV se une la nueva ideología. El sueño de construir un gran califato en el antiguo territorio de la URSS pasa a convertirse en un plan que todavía hoy persiguen. Además de las repúblicas de Ingushetia, Chechenia y Daguestán, los extremistas han puesto el ojo en todas las regiones del Cáucaso ruso, las repúblicas y provincias musulmanas entre el río Volga y el sur de los Urales, más, la última parte del plan, las ex repúblicas soviéticas de Asia Central: Kazajistán, Turkmenistán, Uzbekistán Kirguizistán y Tayikistán.

En la república de Ingushetia, Magomed Yevloev, uno de los ayudantes de BASAIEV, lanza un ataque sobre la capital ingush, Nazran.


En la república de Ingushetia, en la fecha, Magomed Yevloev, uno de los ayudantes de BASAIEV, lanza un ataque como el de Daguestán en agosto de 1999, sobre la capital ingush, Nazran. Durante la batalla mueren más de cien personas. Este sangriento ataque rebelde convierte a Ingushetia por primera vez en parte de la zona de combates y pone de manifiesto la existencia de radicales islámicos ingushes.

Basaiev muere en Ingushetia, a manos de la policia rusa.


Basaiev ha muerto, en la fecha, en Ingushetia, una república vecina de Chechenia en el Cáucaso ruso. El líder independentista formaba parte de un grupo de militantes islámicos que estaban preparando un «acto terrorista» en esa región, coincidiendo con la cumbre del G-8 que se celebrará el próximo fin de semana en San Petersburgo. Los rebeldes chechenos esperaban «poner presión política sobre el liderazgo» del G-8, pues durante este año a Rusia le corresponde presidir este exclusivo club de líderes mundiales. Putin asegura que lo sucedido es lo que muchos deseaban para Basaiev por los muchos crímenes cometidos, y anuncia condecoraciones para los agentes del FSB que han participado en la operación. «Ésta es la retribución deseada contra los bandidos por nuestros niños en Beslan, en Budionnovsk y por todos los atentados que cometieron en Moscú y en otras regiones, incluidas Ingushetia y Chechenia».