En Rusia, las derrotas militares, la vitalidad demográfica, la revolución de 1905, el arcaismo de su monarquia absoluta y la creciente dependencia económica de las potencias europeas centrales crean una demanda de modernización extraordinaria. La vía capitalista ensayada por Piotr Stolypin, al que NICOLÁS II ha ascendido como primer ministro ha fracasado, y la Primera Guerra Mundial, en la que en un solo año Rusia ha perdido 2,5 millones de soldados (entre muertos, heridos y prisioneros) además de los territorios de Polonia, Lituania y Curlandia, acaba hundiendo al antiguo régimen. Del caos que sigue, los bolcheviques emergen como la fuerza de orden dispuesta a acometer la modernización pendiente.

Llegada de LENIN a Petrogrado. Aporta un apoyo oratorio y táctico decisivos a los bolcheviques -que no son todavía más de 24.000- con sus “tesis de abril” de carácter extremista. LENIN, fundador y jefe indiscutible de la nación bolchevique, regresa de su exilio de varios años en Europa Occidental, concretamente desde su refugio en Finlandia, y dirige la insurrección de la Guardia Roja, la escuadra naval del Báltico y preside el Comité Militar Revolucionario.

Los puntos de vista de LENIN son aceptados por la Conferencia del partido Bolchevique, en ellos se exige al gobierno provisional la inmediata transferencia de los poderes a los soviets, que, desde la constitución del Gobierno provisional, están mayoritariamente controlados por los mencheviques. Por otra parte, los miembros del partido están firmemente convencidos de la inminencia del estallido revolucionario a escala mundial.

Los soviets de Petrogrado piden urgentemente una conferencia de paz.

Después de una declaración de lealtad a los aliados, el príncipe Lvov tiene que formar, en la fecha, un nuevo gobierno más radical.

En Rusia se radicalizan los desórdenes desendadenando una dura represión contra los bolcheviques -muchos son encarcelados y el propio LENIN tiene que volver a la clandestinidad-, a los que se acusa de fomentar la insurrección, especialmente violenta como resultado de la derrota militar que están sufriendo las tropas rusas en el frente contra Alemania.

Tras la formación de un segundo Gobierno provisional en Rusia, también dirigido por el príncipe Lvov, a comienzos de agosto asume la presidencia Kerenski, que es investido de poderes excepcionales con la connivencia de los soviets.

Conferencia de Estado (del 25 al 28) que reúne a 2.500 delegados de todos los partidos, pero sin los bolcheviques.

El 9 de septiembre, se produce un golpe de Estado del nuevo comandante en jefe, el general Kornilov. Kerenski conseguirá frustrarlo pero gracias al apoyo decisivo de LENIN, refugiado en Finlandia, y de los bolcheviques. En efecto, frente a la contradictoria reacción oficial, los bolcheviques organizan la movilización popular de obreros y soldados y logran frenar a los grupos derechistas. Tras este éxito, los bolcheviques fortalecen su posición y se reafirman en el soviet de Petrogrado y en el de Moscú.

El Gobierno provisional de Petrogrado (Kerenski) proclama la República en Rusia.