La actitud de ALFONSO V de León es aprovechada por SANCHO el Mayor de Pamplona para convertirse en protector del conde de Castilla, su cuñado, GARCÍA SÁNCHEZ, menor de edad. Así, apoyando al conde de Castilla, SANCHO III el Mayor adquiere cada vez más influencia en los asuntos castellanos, hasta colocar el condado prácticamente bajo su protectorado.

GARCÍA SÁNCHEZ (1017-1029), de siete años de edad, hereda el condado de Castilla de su padre Sancho García. Es asistido por un consejo de regencia integrado por su tía Urraca, abadesa de Covarrubias, y por diversos señores castellanos.

Desde el primer momento, el jovencísimo conde de Castilla, GARCÍA SÁNCHEZ tiene que enfrentarse a las pretensiones de ALFONSO V de León de recuperar las tierras del Cea y del Pisuerga que le arrebatara Sancho García. Así, el rey leonés se apodera del castillo de Castrogonzalo.

Los castellanos piden la mano de doña SANCHA, hija de ALFONSO V de León, hermana de BERMUDO III, que, aún niño, reina en León bajo la regencia de su madrastra, la Pamplonesa doña Urraca, para esposa del conde de Castilla y Álava GARCIA SÁNCHEZ, último descendiente de Fernán González. La boda tiene como fin básico acabar con el pleito sobre las tierras del Cea y del Pisuerga, ya que al aportarlas doña SANCHA como dote dejarán de ser reclamadas por León. Asimismo se consigue que León, Castilla y Pamplona tengan una frontera prácticamente igual frente a los musulmanes, lo que asegurará a cada uno un sector propio de crecimiento.

Cuando va a celebrarse el matrimonio, el conde castellano GARCÍA SÁNCHEZ es alevosamente asesinado por los condes alaveses de los VELA, apelando a la venganza de sangre, ya que no se tienen en cuenta sus derechos sobre Álava. Muerto el conde de Castilla sin hijos se extingue el linaje de Fernán González. Por este motivo surge una guerra entre SANCHO III, el Mayor, rey de Pamplona, y BERMUDO III, rey de León, por la posesión del condado de Castilla. La consecuencia será que el ambicioso rey navarro SANCHO III, el Mayor, se convertirá por matrimonio en conde de Castilla, título que cederá a su hijo Alfonso.