El Consejo de Seguridad prorrogó hoy hasta el 31 de octubre la presencia de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en Sáhara Occidental (MINURSO). En una resolución aprobada por unanimidad, el órgano de seguridad pidió al Secretario General que le presente un informe sobre el número de efectivos necesarios para que MINURSO cumpla su mandato, con miras a su posible reducción. Los miembros del Consejo reafirmaron su apoyo al Plan de paz para la libre determinación del pueblo saharahui y lo consideraron la solución política óptima entre las dos partes.

Tras siete años intentando buscar una solución pacífica al conflicto saharaui, James Baker, enviado personal de Kofi Annan, para Sáhara Occidental, ha presentado su dimisión, informan fuentes diplomáticas saharauis en la ONU. Sin éxito, su conocido Plan de Paz ha sido aceptado por las partes saharauis y argelina, pero rechazado por Marruecos. Los siete años en los que Baker ha intentado buscar una solución pacífica al conflicto saharaui se han visto marcados por las frustraciones y la gran decepción que han suscitado las sucesivas negativas marroquíes a aceptar el conocido ‘Plan Baker’, especialmente en lo que se refiere a qué parte de la población tendría derecho a votar en un supuesto referéndum por la autoderteminación del territorio. El último plan de Baker, aunque no respeta la anterior garantía de la ONU de realizar el referéndum solamente entre los saharauis, fue sorprendentemente aceptado por el Polisario pero no por el gobierno marroquí, a pesar de que éste había hecho originalmente el boceto de la estructura básica del plan.

Ahmed Bujari, Representante de Sáhara ante las Naciones Unidas, se ha apresurado en mostrar su preocupación ante la dimisión de Baker, dejando claro que, para la parte saharaui, este hecho supone un serio revés. A través de una declaración hecha pública el sábado, Bujari afirma que “los enormes esfuerzos invertidos por Baker con el fin de alcanzar esa solución fueron deliberadamente saboteados por la actitud intransigente del régimen marroquí, intransigencia que ha contado en todo momento con el apoyo y el aliento activo de Francia, país que en la cuestión del Sáhara Occidental, ha faltado gravemente a las responsabilidades inherentes a la calidad de miembro permanente del Consejo de Seguridad”. Bujari recuerda que “Baker ha dejado sin embargo para la posteridad un valioso legado, representado por un Plan de Paz que cuenta con el apoyo del Consejo de Seguridad al haber consagrado el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, y que permanecerá como punto de partida y de llegada de todo futuro esfuerzo que las Naciones Unidas vayan a desplegar con el fin de lograr una descolonización correcta y definitiva del Sáhara Occidental.

Por su parte, y tras 14 años de presencia en el territorio, las fuerzas de paz de la ONU abandonarán Sáhara Occidental el 28 de febrero de 2005 si la fuerza de ocupación, Marruecos y el movimiento independentista, el Frente Polisario, no llegan a una solución para el futuro del territorio. Así lo anunció la ONU el pasado mes de abril, dejando claro haber perdido la paciencia tras la última negativa de Marruecos de aceptar el último plan de paz para Sáhara Occidental presentado por Baker ) (Una autonomía bajo soberanía marroquí durante un máximo de cinco años y luego un referéndum en el que conste la opción de lal independencia).

Hoy entra en vigor la resolución 1598 tras ser aprobada por el Consejo de Seguridad por unanimidad. En esta resolución se conceden seis meses más, hasta el 31 de octubre, para que la misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso) pueda cumplir su misión. Kofi Annan, secretario general de la ONU, se lamenta por el estancamiento de las negociaciones. Treinta años después de que España abandonara el teritorio y 13 desde que Marruecos y el Frente Polisario firmaran la paz (1991), la población que vive en le Sahara Occidental, la zona que el reino alauí sus provincias del sur, esta cansada y desilusionada. Marruecos dispondrá, pues, de seis meses más para continuar su acercamiento político y diplomático a Argel.

Manifestaciones en las universidades, concentraciones en las calles de los territorios saharauis, la bandera marroquí rota y pisoteada con rabia en El Aaiún, son imágenes que se suceden sin una organización aparente. Pese al despliegue de fuerzas del orden marroquíes, es difícil que el nuevo movimiento popular retroceda. La ‘intifada’ saharaui toma fuerza y se extiende a varias ciudades marroquíes. La situación es explosiva, 14 años después de acabada la guerra Marruecos-Polisario. Las reivindicaciones son claras en todas las protestas: que se celebre el referéndum y que Marruecos abandone el territorio.

El Polisario libera a los últimos 404 prisioneros marroquíes.

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU acuerdan, en la fecha, por unanimidad, renovar por otros seis meses el mandato de la Misión de la ONU para la Organización de un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), hasta el 30 de abril de 2006. La petición de ampliar el periodo seis meses más responde a las posiciones todavía alejadas de las partes en lo que respecta a una solución pacífica al contencioso, estimó el secretario general de Naciones Unidas: “La ausencia de progreso se ha agravado por el clima político generalmente tenso en la región”. Por otra parte, las acusaciones mutuas periódicas, así como las manifestaciones y alegaciones de violación de Derechos Humanos, hacen pensar que la situación podría deteriorarse más.

En lo que se refiere al conflicto del Sáhara Occidental, sacado del olvido por el caso Haidar, tanto el presidente de las Naciones Unidas, Ban Ki Mun, como Estados Unidos, Francia y la propia España han señalado la urgencia de desbloquear las negociaciones y encontrar una solución justa, aceptable por todas las partes. Pero ello es muy difícil. Hasta ahora las posturas se mantienen irreconciliables. El Frente Polisario rechaza la autonomía para el Sáhara que ofrece Rabat y reivindica la independencia, apoyado por Argelia, sin que haya nada por el momento que induzca a modificar esta situación.

Situación actual del Sáhara Occidental: está partida en dos: el oeste (75%) lo ocupa Marruecos donde viven más de 150.000 colonos marroquíes y unos 70.000 saharauis; en el este, hasta Mauritania (25%), en una franja liberada por el Frente Polisario y en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) viven más de 100.000 saharauis. Y Hasan II, pretende que se celebre un referéndum pero sólo sobre una autonomía para la zona. Mientras tanto, Madrid, en equilibrio inestable entre Argel (el suministrador de gas a España) y Rabat, aboga por “una solución política justa, definitiva y de acuerdo con las partes”, pero no cita el referéndum de autodeterminación. Por otra parte, la postura de Francia es clara: apoya la propuesta de Rabat de resolver el conflicto con la autonomía del territorio. Y la de EEUU.: Marruecos es un aliado estratégico de EEUU. desde la guerra fría. Washington ha pretendido desde 1977 ser neutral entre Rabat y sus intereses económicos en Argelia, el protector del Polisario. Pero en el año 2003 cambió su posición y apoyó el plan Baker, que ofrece dos posibilidades: la autonomía o la partición. Y es que Washington ve en Rabat un factor de estabilidad en el Magreb.