BENITO MUSSOLINI

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El extravagante poeta italiano Gabriele D’Annunzio, al frente de una banda de saqueadores, se apodera de la ciudad de Fiume.


El gobierno democrático de Italia, débil y él mismo temeroso de la izquierda, no puede contrarrestar de manera efectiva el creciente poder de los fascistas. Su desdichada política exterior también contribuye a desacreditarle. Fiume es un puerto del Adriático Norte, muy cerca de la frontera entre Italia y el nuevo Estado de Yugoslavia. Ambos países desean incorporarse Fiume, pero el presidente Wilson se ha negado a cederlo a Italia, y desea convertirlo en ciudad libre, esto es, que no pertenezca a nación alguna. El 12 de septiembre de 1919, el extravagante poeta italiano Gabriele D’Annunzio, al frente de una banda de saqueadores, se apodera de la ciudad. El gobierno ordena el bloqueo militar de la misma, pero se abstiene de intervenir, lo que permite que D’Annunzio cree su propia “corte”. La falta de autoridad del gobierno italiano y las protestas internacionales fuerzan a Nitti a disolver las cámaras y convocar elecciones generales, que son fijadas para noviembre. Los fascistas se enfrentan a su primera contienda electoral.

Los seguidores de MUSSOLINI no obtienen ninguno de los 508 escaños en juego.


El Programa electoral de los fascistas cuenta con alusiones anticapitalistas, anticlericales y antimonárquicas, pero a pesar de los esfuerzos de sus militantes, los resultados electorales significan un rotundo fracaso, y los seguidores de MUSSOLINI no obtienen ninguno de los 508 escaños en juego. Sin embrago, el casi 50% de abstención es interpretado como un repudio generalizado al sistema. Ello reportará importantes beneficios políticos para el movimiento, que al finalizar este primer año, 1919, cuenta con 56 fasci y unos 17.000 afiliados, llegados en su mayor parte a través de la Asociación Nacional de Arditi que les sirve de trampolín.

A pesar de su escaso número, los “camisas negras” se hacen notar por una innata violencia.


A pesar de su escaso número, los “camisas negras” se hacen notar por una innata violencia. Suele hacerse efectiva contra las sedes de los partidos y periódicos de izquierdas, locales sindicales, casas del pueblo y todo aquel que, acusado despectivamente de bolchevique sea cual sea su militancia, incurra en su ira. Entonces corre el peligro de probar el “manganello” (porra que esgrimen con suma facilidad), tomar una fuerte dosis de aceite de ricino o ver su barba afeitada (o su cabeza afeitada, en el caso de ser mujer) a manos de los “squadristi”. Estos grupos, especialmente violentos aterrorizan a los obreros en huelga o a los campesinos muy reivindicativos. Sobre sus acciones, una vez alcanzado el poder, el régimen querrá correr un tupido velo.

Las fuerzas italianas bombardean Fiume y obligan a evacuarla.


El 27 de diciembre las fuerzas italianas bombardean Fiume y obligan a evacuarla. Los fascistas de Mussolini denuncian esta iniciativa como contemporizadora.

MUSSOLINI es, en la fecha, elegido diputado y se aparta de la ambivalencia de su primitivo programa.


MUSSOLINI es, en la fecha, elegido diputado y se aparta de la ambivalencia de su primitivo programa. Reconciliado con los monárquicos, proclama la necesidad de un Estado autoritario y la restauración del orden tradicional. Financiado por grandes industriales y terratenientes, comienza una extensa campaña de violencia contra todas las organizaciones de izquierda.

La crisis económica de la posguerra provoca una inestabilidad social en Italia que se refleja en la fundación, en la fecha, del Partido Comunista


La crisis económica de la posguerra provoca una inestabilidad social que se refleja en la fundación, en la fecha, del Partido Comunista y en numerosas ocupaciones de fábricas por los obreros.

Benito MUSSOLINI, en la fecha, funda el Partido Nacional Fascista que adopta como símbolo el signo de las antiguas “fasces”.


Benito MUSSOLINI, en la fecha, funda el Partido Nacional Fascista que adopta como símbolo el signo de las antiguas “fasces”. Las “fasces” es una insignia del cónsul romano, que se componía de una segur (hacha u hoz para cortar) en un hacecillo de varas. Eran portados por cada uno de los doce lictores (ministro de justicia entre los romanos) delante de los antiguos reyes de Roma y después delante de los cónsules. Las varas significaban el poder de castigo en general y la segur el de la pena de muerte en particular. Las fasces con hachas se reservaron luego a los dictadores y a los cónsules y pretores que, hallándose fuera de Roma, actuaban con plenos poderes.

Superador de la lucha de clases, su programa, teñido de un ferviente nacionalismo, contiene muchas de las reivindicaciones tradicionales de la izquierda.


Superador de la lucha de clases, su programa, teñido de un ferviente nacionalismo, contiene muchas de las reivindicaciones tradicionales de la izquierda, tales como el sufragio universal a los 18 años, el voto femenino, la jornada laboral de ocho horas, la jubilación a los 55 años, el establecimiento de un salario mínimo, la participación de los obreros en la gestión de las empresas, la expropiación y el reparto de las tierras sin cultivar, una educación gratuita y laica…, que luego irán atemperándose en función de los acontecimientos. Y es que, tal como definirá el propio MUSSOLINI, la adaptabilidad será una de las principales características del fascismo.

Durante el período fascista, que duró veinte años, Sicilia fue implicada, más que otra región Italiana, en la política del régimen.


Durante el período fascista, que duró veinte años, Sicilia fue implicada, más que otra región Italiana, en la política del régimen, extendida hacia las áreas medirráneas, reviviendo momentos históricos que ya la tuvieron como protagonista, desde la época normanda, en el momento que la Isla predominaba en toda la cuenca del Mediterráneo.

Ante la huelga general que tiene lugar en Italia, el Partido Nacional Fascista se hace cargo del funcionamiento de determinados servicios.


Ante la huelga general que tiene lugar en Italia, en la fecha, el Partido Nacional Fascista neutraliza sus efectos haciéndose cargo del funcionamiento de determinados servicios (correos, transportes, etc) que le supone la aquiescencia de las clases medias, el ejército y la monarquía. De hecho, la burguesía italiana, temerosa de la nueva situación y del dinamismo de la izquierda, decide apoyarse en un partido que garantice el “orden” y refuerce la autoridad del Estado. MUSSOLINI, con el partido fascista, se dispone a desempeñar este papel.