GUERRA DE ESPAÑA Y EEUU. POR CUBA Y PUERTO RICO (1897-1898)

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Una fuerza de 647 marines americanos invade la bahía de Guantánamo.


Una fuerza de 647 marines americanos invade la bahía de Guantánamo (en el Sur de la isla, cerca de Santiago de Cuba), comenzando allí la invasión de Cuba. Luchas terrestres entre las fuerzas cubanas y norteamericanas contra las españolas de las islas y las que provienen de la escuadra fondeada. Las españolas pierden todas las posiciones.

Las tropas norteamericanas invaden Puerto Rico sin encontrar apenas resistencia en los habitantes.


El 25 de junio de 1898 las tropas norteamericanas invaden Puerto Rico sin encontrar apenas resistencia por parte de los habitantes de la isla, que ven en los EEUU. un país con un sistema de libertades que contrasta fuertemente con el centralismo español. No obstante, la impronta cultural dejada por España tras casi cuatro siglos de colonización va a perdurar en un idioma y unas tradiciones que llegan hasta nuestros días.

El experimento colonial de España en Cuba, que supone un cambio sustancial del modelo de relaciones, es prematuramente abortado por la invasión de EEUU.


El experimento colonial de España en Cuba, que supone un cambio sustancial del modelo de relaciones de España con sus colonias, es prematuramente abortado por la invasión estadounidense. La centralidad de las Antillas españolas como zona de paso en el proyectado canal interoceánico de Panamá y el potencial comercial que representa el Caribe para la economía interna norteamericana del momento son incentivos más que suficientes para que los EEUU. se inclinen por una intervención armada.

A las nueve de la mañana, la escuadra de CERVERA, la única que virtualmente queda de lo que ha sido la flota imperial, sale en línea de combate.


BLANCO, capitán general de Cuba y que ha obtenido del Gobierno el mando total mientras la escuadra este en puerto, ordena a CERVERA en tres telegramas consecutivos y muy urgentes que reembarque las dotaciones que tiene combatiendo en tierra y que la escuadra salga inmediatamente. CERVERA comunica a sus comandantes que ya no cabe más que obedecer. A las nueve de la mañana del 3/7, la escuadra de CERVERA, la única que virtualmente queda de lo que ha sido la flota imperial, sale en línea de combate. Y ocurre lo que CERVERA ha previsto: la desproporción de fuerzas es inmensa. Quince minutos dura el combate. De 2.227 hombres que componen la dotación han muerto 323 y 151 han resultado heridos. Una baja solamente tienen los norteamericanos. CERVERA, que sólo abandona su nave cuando arde por todas partes, consigue llegar a nado a la playa. Allí es hecho prisionero y conducido al yate armado Gloucester, empapado, descalzo y en harapos; los marinos norteamericanos le reciben con todos los honores.

En la mañana del cuatro de julio, CERVERA firma su célebre telegrama dando cuenta del combate.


En la mañana del cuatro de julio, CERVERA firma su célebre telegrama dando cuenta del combate, dirigido al general BLANCO, que empieza así: “En cumplimiento de las órdenes de V.E. y con la evidencia de lo que había de suceder y tantas veces había anunciado, salí de Santiago de Cuba, etc., etc…” y termina así: “Hemos perdido todo”. Ciertamente, aún se combate por tierra, pero sin la menor esperanza. Asombra leer los telegramas del general BLANCO al ministro de la Guerra, pidiendo “seguir la guerra por el honor de las armas” y diciendo que habla así en nombre de todos los generales.

En el muelle del polvorín de Miraflores, ocurre una explosión debido a un descuido cuando se está cargando pólvora antigua para arrojarla al mar.


El 14 de julio en el muelle del polvorín de Miraflores, que está localizado en los terrenos donde hoy ubica el Centro Gubernamental Isla Grande (antigua base naval), ocurre una explosión debido al descuido de uno de los trabajadores que están cargando pólvora antigua para arrojarla al mar. Como resultado de la explosión mueren 18 personas y 3 son heridas.

Capitulación de las tropas españolas, sitiadas en Santiago de Cuba, después de la batalla de “Las Colinas de San Juan”.


Capitulación de las tropas españolas, sitiadas en Santiago de Cuba, después de la batalla de “Las Colinas de San Juan”. Bajas españolas: 593 entre muertos y heridos. Bajas americanas: 260 muertos y 1,431 heridos.