MOSCÚ EN LLAMAS (1812)

Total de piezas: 13

ALEJANDRO I declara una “guerra patriótica” que une al campesinado y al ejército contra el invasor.


Como harían los rusos casi siglo y medio después, ALEJANDRO I repliega sus fuerzas y, aprovechando la ventaja del “general invierno” y de la táctica de tierra quemada practicada en su retirada, declara una “guerra patriótica” que une al campesinado y al ejército contra el invasor. La retirada de los franceses será penosa, hostigados por el frío, los ataques y la falta de víveres. De los 600.000 hombres que han entrado en Rusia sólo regresan 18.000. Tampoco es que las bajas rusas fueran mucho menores: 400.000 entre muertos y heridos.

NAPOLEÓN, harto de esperar inútilmente en una ciudad fantasma, ordena el retorno.


El 13 de octubre, la nieve hace su aparición, seguida bien pronto de un frío glacial al que los soldados franceses no están acostumbrados. NAPOLEÓN, el 19 de octubre se da cuenta de que no puede hacer otra cosa que retirarse, retroceder hasta Smolensk y establecer allí sus cuarteles de invierno. A continuación reuniría refuerzos y se aprestaría para un segundo avance en primavera. El 19 de octubre, NAPOLEÓN, ordena la retirada. Pero Kutúzov no tiene la menor intención de permitir que NAPOLEÓN pueda cumplir sus planes. Aplica entonces una táctica consistente en evitar el combate en campo abierto, pero sin dejar de hostigar constantemente a las columnas francesas en retirada. Ataca a las bandas aisladas, de tal manera que el ejército francés se encuentra con que sólo puede retirarse sin percances por la ruta precisa que ha utilizado para avanzar: la ruta, por tanto, en la que los rusos en retirada lo han destruido todo. El tiempo empeora conforme los franceses marchan. La nieve y el frío arrecian. No queda posibilidad alguna de detenerse en Smolensk; se ha de proseguir a través de aquel terrible paisaje. El ejército francés se transforma en una masa desordenada que sólo tiene conciencia de que marcha y sufre interminablemente.

NAPOLEÓN, el 5 de diciembre, da el mando a Murat en Rusia y parte hacia París.


NAPOLEON pierde su ejército en la desastrosa retirada de Rusia. La crudeza del invierno combinada con los ataques de los rusos, así como las carencias del sistema logístico francés, se cobran un elevadísimo número de víctimas: sólo 40.000 de los 450.000 hombres del ejército francés están regresando de la campaña rusa y sólo 10.000 lograrán sobrevivir. NAPOLEÓN, el 5 de diciembre, da el mando a Murat en Rusia y parte hacia París a fin de reunir otro ejército. El último soldado francés que consigue abandonar el país es Michel Ney, que no era el mejor general de Napoleón, pero ciertamente sí el más valeroso. Cruzó la frontera caminando hacia atrás, mientras disparaba contra sus perseguidores rusos. Los soldados rusos se abstuvieron de perseguir a los franceses una vez éstos hubieron cruzado la frontera polaca. Ellos también estaban demasiado agotados. Además, no había por qué: Prusia se había rebelado contra Napoleón y mantuvo ocupadas a las guarniciones francesas en Alemania. Al cabo de unos meses, ya recuperadas, algunas unidades rusas se les unieron.