MANCOMUNITAT DE CATALUNYA

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Campaña pro Mancomunitat de Catalunya, iniciada en 1911.


PRAT DE LA RIBA, presidente de la Diputación de Barcelona desde 1907, saca a Catalunya del marasmo político en que está sumida a raíz de la Semana Trágica por medio de la campaña pro Mancomunitat de Catalunya, iniciada en 1911. Se vuelve a plantear la federación de las cuatro diputaciones catalanas. A esa vía se apunta también la mayoría de los diputados dinásticos de Catalunya, escarmentados por la experiencia de la Solidaritat Catalana. Previamente, PRAT DE LA RIBA ha sustituido la alianza con los republicanos catalanistas por un pacto de gobierno con los dinásticos en la Diputación de Barcelona. Sólo los republicanos lerrouxistas que dominan de momento el Ayuntamiento de Barcelona, se oponen a la Mancomunidad y quedan aislados. El éxito de la movilización popular y el soporte de los ayuntamientos será hábilmente capitalizada por la Lliga, que recuperará así la hegemonía perdida en 1909. Se inician de inmediato las negociaciones con el gobierno central.

CANALEJAS, presidente del Consejo de Ministros del Gobierno de España, apoya la creación de la Mancomunidad de Catalunya.


CANALEJAS, presidente del Consejo de Ministros del Gobierno de España, procura suavizar el problema de las reivindicaciones de los nacionalistas, apoyando la creación de la Mancomunidad de Catalunya, unión de las diputaciones provinciales que supone el reconocimiento de la autonomía administrativa, aunque no de la política.

ALFONSO XII propone que para evitar el problema de Catalunya se cambie Tarragona por Huesca.


Ante la Ley de Mancomunidades, la aprensión en Madrid es grande y CAMBÓ logra entrevistarse en privado con el rey para tranquilizarle. La entrevista tiene lugar en la Casa de Campo, lejos del protocolo. CAMBÓ le explica que se trata de ayudar desde la Diputación de Barcelona a las otras tres diputaciones catalanas, que eran más pobres. ALFONSO XIII le responde que lo comprende, pero añade: «Hagan la Mancomunidad, dejando fuera de ella a Tarragona, y en cambio yo lograré que el Gobierno, en compensación, añada la provincia de Huesca. Así ya tendría fuera el argumento del peligro de la unidad de Catalunya. ¿Qué le parece a usted?», CAMBÓ contestó: «Una tontería».

Eduardo DATO promulga el Real Decreto por el cual se autoriza la unión de las diputaciones con fines puramente administrativos.


A pesar de las enormes dificultades parlamentarias derivadas de la fragilidad de los partidos dinásticos, por fin, en la fecha, Eduardo DATO promulga el Real Decreto por el cual se autoriza la unión de las diputaciones con fines puramente administrativos, o sea, sin traspasos de servicios ni tributos. Se llega con estas mancomunidades a una cierta forma de autonomía regional. ALFONSO XIII firma la Ley de Mancomunidades Provinciales.

Se constituye en Barcelona la Mancomunitat de Catalunya por la unión de las cuatro provincias catalanas.


Aprobada por el gobierno central (26/3) la Mancomunitat de Catalunya se constituye, el seis de abril de 1914, en Barcelona, por la unión de las cuatro provincias catalanas. A pesar de sus escasos recursos económicos y de sus pocas posibilidades legales (de hecho, el decreto del gobierno central autoriza la unión de las diputaciones provinciales catalanas con finalidades exclusivamente administrativas), la Mancomunitat se convertirá en una plataforma política de reconstrucción nacional canalizando el dinamismo de amplios sectores del país, desde la burguesía industrial hasta los intectuales. Así, impulsará la construcción y la mejora de las comunicaciones, y dará también mucha importancia a la formación profesional. Impulsará también instituciones culturales. Enric PRAT DE LA RIBA, presidente de la Diputación Provincial de Barcelona y de la Lliga Regionalista es su primer presidente (1914-1917). (Josep PUIG i CADAFALCH, será el siguiente (1917-1924) y último)

La Diputació de Barcelona encarga la creación del Servei de Conservació i Catalogació de Monuments.


A principio de siglo XX, el patrimonio cultural y artístico catalán es poco conocido y valorado. En muchos casos el estado de conservación es precario y está sometido a expolio de algunos anticuarios e intermediarios. La Diputació de Barcelona, primero, y la Mancomunitat, después, presididas por Enric PRAT DE LA RIBA, hacen una trabajo de búsqueda, catalogación y conservación de las obras de arte. En 1914, la Diputació encarga al Institut d’Estudis Catalans la creación del Servei de Conservació i Catalogació de Monuments, con el objetivo de publicar un inventario ilustrado del arte de Catalunya, facilitar los estudios históricos y artísticos de los monumentos y preparar leyes para proteger el patrimonio. Con la Mancomunitat, el ámbito de actuación se extiende a toda Catalunya.

La obra de la Mancomunidad es remarcable por las grandes realizaciones con tan poco presupuesto.


La obra de la Mancomunidad es remarcable por las grandes realizaciones que llevará a cabo en pocos años con unas finanzas escasas. Hará una tarea notable en cultura y enseñanza: la renovación pedagógica, con la introducción de los métodos de Maria Montessori, el impulso del IEC y de la Biblioteca de Catalunya, de la formación profesional y de la preparación del funcionariado local, etc. continúa el ambicioso plan de la Diputación de Barcelona de mejora de carreteras y caminos, de desarrollo una red catalana de ferrocarril secundario y de una red telefónica. El estado le negará siempre la concesión del servicio telefónico de Barcelona, el único que puede producir beneficios.

Muere Enric PRAT DE LA RIBA presidente de la Diputación de Barcelona y de la Mancomunitat.


El 1 de agosto de 1917 muere Enric PRAT DE LA RIBA presidente de la Diputación de Barcelona y de la Mancomunitat. Su entierro se convierte en una multitudinaria manifestación de duelo y simpatía hacia un político que ha contribuido a modernizar Catalunya. Romà Sol i Mestre, presidente de la Assemblea de la Mancomunitat, ocupa interinamente el cargo de presidente. El programa solidario con el que Prat accedió a la presidencia de la Diputación hacía hincapié a las infraestructuras de comunicaciones, la enseñanza profesional y la creación de unos organismos culturales de gran potencia. En este terreno, una de las primeras realizaciones fue la fundación del Instituto de Estudios Catalanes. A lo largo de diez años, la obra de Prat será prolífica, como lo pone de manifiesto el impulso en la red ferroviaria secundaria, la creación del Museo Social y la Bolsa de Trabajo, así como de la Escuela Superior de Agricultura, la reforma del Palau de la Generalitat, etc.

Josep Puig i Cadafalch es nombrado presidente de la Mancomunitat de Catalunya.


Josep Puig i Cadafalch es nombrado presidente de la Mancomunitat de Catalunya (1917-1923). Arquitecto, historiador del arte y político. Su obra más conocida es la Casa de les Punxes (1903-1905). Especialista en arte románico de fama internacional y promotor de las excavaciones de Empúries. Puig i Cadafalch, sin tener el carisma de Prat, estará al frente de la institución en una conyuntura más conflictiva y quizás manifieste una tendencia política más conservadora, pero animará la lucha por la autonomía y el estatut, y la Mancomunitat continuará la obra de modernización del país.