MASJADOV sufre un atentado terrorista del que sale ileso.

Entre 1996 y 1999, la administración independentista chechena no ha sido capaz de imponer un gobierno sobre el panorama de ruinas, miseria y desolación resultado de la primera guerra (1994-1996). Los grupos más radicales, capitaneados por el comandante Shamil BASAIEV, han tomado el control. Por su parte, Moscú no sólo no ha financiado la reconstrucción del territorio, sino que ha abandonado a su suerte a Aslan MASJADOV, contribuyendo a convertir la independencia de Chechenia en un caos ingobernable, mientras los militares y los servicios secretos rusos, humillados en la primera guerra, esperan la hora de un desquite.

En Chechenia, en la fecha, MASJADOV anuncia una nueva Constitución.

En Chechenia, en la fecha, MASJADOV decreta que la Sharia -ley canónica del Islam- es la única fuente de derecho. Esta medida inquieta al Gobierno ruso, que aún apoya públicamente al presidente checheno frente a sus enemigos internos. Pero de hecho, esta decisión de MASJADOV, responde al resurgir religioso en la República y se funda en la tradición sunní local, ajena al wahabismo y encuadrada en el sufismo, un movimiento místico del Islam considerado herético por los ortodoxos al hallar en él características preislámicas.

En la fecha, MASJADOV sufre un atentado terrorista. De su autoría, así como del sufrido el pasado 23 de julio de 1998, algunos culpan a los servicios secretos rusos y otros a los hombres de BASAIEV o Radúyev, los cuáles vienen exigiendo la dimisión del presidente y creando confusión con acciones subversivas ante las que las declaraciones del estado de emergencia no resultan eficaces. MASJADOV aparece muy limitado en sus funciones y dependiente, si no rehén, del entorno de BASAIEV.

El 5 de julio una tropa de guerrilleros chechenos, separatistas locales y mercenarios árabes, encabezada por el árabe negro Jattab, BASAIEV y el comandante Jalimov, realiza una penetración en territorio de la República de Daguestán, que el 7 de agosto es seguida por una incursión de mayor alcance. Las tropas federales rusas consiguen hacerles retroceder, pero la alarma por una desestabilización permanente, con trasfondo islamista, de todo el Cáucaso Norte en general y de Daguestán en particular, por la que habrá de pasar el proyectado rodeo del oleoducto Bakú-Novorossiisk a falta de seguridades en Chechenia, mueve a las autoridades rusas a considerar una solución expeditiva para la rebeldía chechena y sus proyecciones perturbadoras. MASJADOV pierde la confianza de Moscú como valladar de las fuerzas radicales.

El concepto de guerra total, incluso de exterminio, persigue no repetir los errores de 1994-1996, pero genera episodios de gravísimas violaciones de los Derechos Humanos contra la población civil. MASJADOV, en Chechenia, declara la ley marcial y llama a la “guerra santa” contra el invasor ruso el 5 de octubre, pero no ceja en sus llamamientos al cese de hostilidades, que no encuentran eco en Moscú.

De manera inesperada, cuando la guerra en Chechenia ha llegado hasta Grozni, YELTSIN, presidente ruso, presenta su dimisión el último día de 1999 y, de acuerdo con la Constitución, PUTIN, en tanto que primer ministro, se convierte en presidente interino. De este modo, la guerra de Chechenia pasa a convertirse en prioridad absoluta para el ejecutivo ruso, si bien la semana previa el Ejército ruso ha recibido ya la orden de tomar la capital de Chechenia. Los independentistas chechenos, unos 2.000, oponen una encarnizada resistencia al avance de las tropas rusas hacia el centro de Grozni. En diciembre MASJADOV abandona Grozny y con los restos del mando checheno establecerá sucesivos cuarteles generales.

La nueva administración rusa de Vladímir PUTIN rechaza los insistentes llamamientos para un arreglo negociado que lanza MASJADOV desde su refugio por considerarle un presidente ilegítimo y carecer de ascendiente sobre los comandantes guerrilleros, situándole en la categoría de mero terrorista. Así, la Fiscalía General rusa acusa a MASJADOV de “genocidio” por la muerte de cientos de soldados federales y el 18 de febrero le abre cargos por organizar una rebelión armada e intentar alterar por la fuerza el orden territorial de la Federación de Rusia, en referencia a las incursiones de Daguestán dirigidas por BASAIEV, el cuál, por su parte, amenaza a MASJADOV con represalias contra su familia si cede a la tentación de negociar con los rusos.

Con paradero y desenlace personal inciertos, MASJADOV ha anunciado una larga guerra de guerrillas cuyos sucesivos episodios de emboscadas y atentados suicidas, extraordinariamente mortíferos para las fuerzas federales, han cuestionado la proclamada victoria rusa y han dañado la imagen del Gobierno de PUTIN. El 7 de julio la dirección político-militar separatista, compuesta por el Gobierno, el Parlamento y el Comité de Defensa de Chechenia, le concede poderes extraordinarios mientras dure la guerra.