Josep Pau Ballot publica «Gramàtica i Apologia de la llengua catalana». Aun que su valor filológico es escaso, este libro resulta importante porque representa el primer paso en el campo de la Renaixença literaria catalana. Ofrece un instrumento científico apto en su momento para levantar la dignidad del catalán como idioma útil para la creación literaria.
RENAIXENÇA
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La «Renaixença» mantendrá una estrecha vinculación con las reivindicaciones políticas de la época.
La «Renaixença», además de su dimensión cultural y literaria, mantendrá una estrecha vinculación con las reivindicaciones políticas de la época, el catalanismo político y la reivindicación nacional. La «Renaixença» se rige por la concienciación nacionalista lograda por la burguesía a raíz de los cambios provocados por la revolución Industrial. Aparece fundamentalmente en la ciudad de Barcelona, pero progresivamente se extenderá por todo el país. Después de tres siglos de decadencia cultural catalana, agravada a raíz del decreto de Nueva Planta (1716) y la política centralizadora de los Borbones, este proceso experimenta un cambio importante a partir del año 1833 gracias a las voces de Ballot, Puigblanch y Bonaventura Carles Aribau, que empiezan a reclamar el uso de la lengua catalana.
Aribau será considerado como el iniciador del romanticismo catalán y del fenómeno de la «Renaixença».
Desde el punto de vista cultural, el fenómeno más importante que ocurre en Catalunya durante el siglo XIX es la Renaixença. La «Renaixença» -que va desde 1833 hasta 1877 época en la que se da un impulso a la producción literaria culta en lengua catalana después de tres siglos de decadencia-, es un movimiento de recuperación del idioma catalán como lengua literaria de cultura y de sociedad. Así, en la fecha, el periódico «El Vapor» publica en catalán el poema ‘La Pàtria’, escrita por Bonaventura Carles Aribau i Farriols, que tendrá un fuerte impacto en los círculos literarios de la época. Aribau ha escrito este poema en Madrid donde trabaja en la banca y lo escribe para felicitar al banquero Gaspar de Remisa. Es un canto de añoranza de Catalunya y? de exaltación de la lengua. Las páginas de este periódico, ?fundado en 1833 por Antoni BERGNES de las Casas, darán cabida a ?artículos de inspiración ideológica muy diversa: moderada, ?provinciana, progresista, saintsimoniana y fourierista, entre ?otras. Aribau será considerado como el iniciador del romanticismo catalán y del fenómeno de la «Renaixança».
Durante la década de 1851 se produce un aumento del interés por literatura y la historia de Catalunya.
Durante la década de 1851 se produce un notable aumento del interés por la recuperación literaria y también histórica de la cultura propia de Catalunya. Instituciones como la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona efectúan una tarea notable en este sentido. Así, a medida que la producción literaria en catalán se extiende, crece también la necesidad de fijar y unificar la gramática y la ortografía. A pesar de que no se llegará a una solución hasta pasada la Renaixença, con el trabajo de Pompeu Fabra, obras importantes publicadas en este momento contribuirán a la unificación posterior. (El esplendor de la Renaixença se dará durante la segunda mitad del siglo XIX. Su nombre surgirá de la voluntad de hacer renacer el catalán como lengua literaria y de cultura después de los siglos de diglosia respecto al castellano, periodo llamado genéricamente Decadència).
Paralelamente a la «Renaixença» culta se desarrolla una renaixença popular.
Paralelamente a la «Renaixença» culta se desarrolla una renaixença popular impulsada por un grupo de estudiantes bohemios conocidos como ‘xarons’ (chabacanos) por el tipo de humor que cultivan, considerado de mal gusto. Asociado a menudo con actitudes políticas republicanas y federalistas, el «xaronisme» busca las vías de expresión en las revistas de humor y el teatro popular. Inicialmente son contrarios a los juegos florales y al catalanismo culto y confesional, y reivindican las formas lingüísticas populares, «el català que ara es parla», que oponen a la lengua llena de cultismos que usan los escritores de la “Renaixença”.
La «Renaixença» se consolida durante la década de los años cincuenta.
La «Renaixença» se consolida durante la década de los años cincuenta, ya que lucha a su favor toda la élite intelectual catalana. El proceso de restauración que supone la «Renaixença» se ve favorecido por el clima romántico de la época, pero de ninguna manera se debe atribuir solamente al romanticismo, como pasa en Alemania e Italia. A pesar de que no se puede negar la gran importancia que tuvo la publicación de la «Gramàtica i apologia de la llengua catalana» de Josep Pau Ballot (1815) y de la oda «La Pàtria» (1833) de Aribau, tampoco se puede atribuir exclusivamente a estos hechos aislados el origen de la «Renaixença». Éste es un fenómeno más complejo, que viene de mucho más lejos. La causa directa del movimiento es la agitación social vivida entre los siglos XVIII y XIX como consecuencia de los cambios políticos y de los problemas económicos, y también el interés que el estudio y el uso de la lengua despierta en algunos sectores.
Se celebran los primeros juegos Florales en el Salón de Cent del Ayuntamiento de Barcelona.
El 1 de mayo de 1859 se celebran los primeros juegos Florales en el Salón de Cent del Ayuntamiento de Barcelona en recuerdo de los instituidos en 1393 por el rey Juan I. A partir de entonces, la evolución de los Juegos Florales los convertirá en la plataforma literaria más significativa de la Renaixença. Los primeros años se convertirán en una manifestación de élite, pero pronto reunirán las diversos corrientes del regionalismo. Después de un primer momento de la presentación de poetas bajo seudónimos de ríos («lo Gaiter del Llobregat» -J.Rubió-, «el Timbaler del Besós» -E.Pasqual- «el cantor del Francolí» -F.Morera-), entre los escritores que presentan sus obras a los Juegos Florales, destaca Jacinto Verdaguer. El modelo inicial surgido en Barcelona se extenderá por todo Catalunya.
En Catalunya, la Renaixença conseguirá toda su plenitud en la década de los setenta del siglo XIX.
En Catalunya, la Renaixença conseguirá toda su plenitud en la década de los setenta del siglo XIX. El término Renaixença surgirá de la publicación el año 1871 de la revista que lleva como nombre «La renaixensa». Las fechas que lo enmarcan son simbólicas, en 1833 se publica La Patria de Bonaventura Carles Aribau, y en 1877 La Atlàntida, de Jacinto Verdaguer, será premiada en los Juegos Florales y Guimerà será proclamado Maestro en Gay Saber.
Certamen literario en Montserrat convocado con motivo del milenario de la primera ermita.
A finales de año tiene lugar en Montserrat el certamen literario convocado con motivo del milenario de la primera ermita que tendrá lugar en 1880. La Renaixença proyecta Montserrat y tanto la montaña como su monasterio se hacen tremendamente populares.
Transformación en diario de la revista quincenal «La Renaixença» de Pere Aldavert y A. Guimerà
Transformación en diario, a partir de 1881, de la revista quincenal «La Renaixença» de Pere Aldavert y A. Guimerà, al que se incorporarán Prat de la Riba, Puig i Cadafalch y otros notorios nacionalistas.