CONCILIO ECUMÉNICO 21 (II Vaticano) (1962-1965)

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Concilio Vaticano IIEl Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.

(Ver relación de los 16 documentos del Concilio Vaticano II)

 

Apertura del segundo periodo conciliar del Vaticano II.


El 29 de setiembre de 1963 se abre la segunda sesión del Concilio Vaticano II (El Concilio constó de cuatro sesiones o perìodos conciliares). S.S. Pablo VI la clausurará el 4 de diciembre con la promulgación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia.

PABLO VI procede a la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II.


A PABLO VI le corresponde la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II el 29 de septiembre de 1963 y las siguientes sesiones hasta su conclusión en 1965. Su pontificado, por tanto, estará marcado por la concreción del espíritu del Concilio en la renovación y modernización de la Iglesia católica y de sus enseñanzas. Reestructura las instituciones vaticanas, internacionaliza el Sacro Colegio Cardenalicio y reduce el predominio abrumador de los italianos, descentralizó el poder papal para impulsar una mayor colaboración de los fieles en la vida de la Iglesia, viajó por todo el mundo para redoblar la presencia pública de la Iglesia y dio un nuevo impulso al diálogo ecuménico con las restantes confesiones cristianas.

En el Concilio Vaticano II, es aprobada la constitución sobre sagrada liturgia Sacrosanctum Concilium.


Con la conclusión del segundo periodo conciliar el día 4 de Diciembre de 1963, es aprobada la constitución sobre sagrada liturgia Sacrosanctum Concilium, con la siguiente votación: 2147 votos a favor, 4 en contra y 1 abstención, lo que significa un reconocimiento muy amplio dentro del grupo de los padres conciliares. El documento conciliar que fue aprobado siendo Papa Pablo VI tuvo su ultimo problema que superar precisamente con su promulgación, que estaba prevista como en el Concilio Vaticano I, pero dada la nueva conciencia eclesiológica dentro de la Iglesia esto no era viable bajo ninguna perspectiva. El Papa, consciente de esto optó por una fórmula que dejaba en claro que no era solo él quien promulgaba el documento sino el concilio en su conjunto.