El 2006 arranca sin un acuerdo entre el PSOE y el cuatripartito sobre aspectos esenciales del texto del nuevo Estatut reformado para Catalunya. El 21 de enero, Zapatero se reúne en secreto con Mas en la Moncloa y alcanzan un acuerdo global que incluye la definición de Catalunya como nación en el preámbulo y como nacionalidad en el articulado, pactan la agencia tributaria y la cesión del 50% de los impuestos. Zapatero abre una ronda para explicar el acuerdo a los partidos.

Esquerra reúne en el Parlament de Catalunya a todos sus cargos electos, responsables institucionales y dirigentes territoriales para reafirmarse de manera solemne en su rechazo al Estatut tal como queda después del pacto Zapatero-Mas.

En una reunión ordinaria del Govern, el president, Pasqual Maragall, transmite a los consellers su convicción de que la continuidad del Govern tripartito y las adhesiones de cada partido al Estatut tienen que ir por caminos diferentes.

El 6 de febrero del 2006, el Estatut inicia su andadura en la ponencia constitucional del Congreso, que preside Alfonso Guerra, quien anunciará al final del trámite que al texto “le han pasado el cepillo y no lo reconocerá ni la madre que lo parió”.

El 18 de febrero, decenas de miles de personas abarrotan el centro de Barcelona en una gran manifestación que apoya ERC bajo el lema Som una nació i tenim el dret de decidir.

El consejo nacional de Esquerra decide votar no al Estatut en el Congreso y abrir un proceso de consultas en su bases.

El conseller de Governació, Joan Carretero, en una entrevista en La Vanguardia, culpa de los que considera el inmenso desastre del Estatut a José Luis Rodríguez Zapatero.

La ponencia del Congreso aprueba el Estatut, el 21 de marzo, con la oposición de ERC y PP.

Trasciende el envío de cartas firmadas por Xavier Vendrell a trabajadores de la Generalitat solicitando el pago de cuotas para ERC.

El 30 de marzo del 2006, el pleno del Congreso aprueba el Estatut con el apoyo de PSOE, CiU, IU-ICV, PNV ,CC y BNG, la abstención de Nafarroa Bai y CHA, y los votos en contra del PP, ERC y EA. En total, 189 diputados a favor y 154 en contra. Ha obtenido el respaldo del 54,8% de los diputados presentes en la votación. PP alerta del peligro que afronta el Estado y ERC critica que el texto es «insuficiente» para Catalunya. El PSOE defiende su constitucionalidad.