Los habitantes del delta cercanos a la desembocadura tienen ocasión de contemplar la brillante escuadra del rey Pere el Ceremoniós que sale del Cap del Riu para ir a desposeer a su hermano de las Baleares.

En esta fecha se produce un sorprendente hecho inédito en el Delta del Llobregat. Arnau Duran, un payés del Prat, vende una esclava mora que posee, por una elevada suma. Es un caso que no será el único: la esclavitud en el Delta durará por más de un siglo, hasta principios del siglo XVI. Dominará en este tráfico el género masculino ya que los esclavos trabajarán como mozos en las masías hasta que sean sustituidos más tarde por la gran inmigración francesa u occitana que será una mano de obra mucho más barata para el payés. Se cálcula que hay un esclavo por cada tres o cuatro masías.

Aparece a partir de la fecha, el cargo de “sagramental” en una o más personas, equivalente a capitán del “sometent” con autoridad propia. Son las primeras autoridades nativas, precedente inmediato de los “batlles”. El cargo es obligatorio y nuestros representantes tienen que ir a jurarlo a las poblaciones matrices, Sant Boi i Provençana, que distinguen y respetan la autonomía geográfica de las comarcas délticas.

Primera fecha exacta que se conoce de una inundación a causa del río Llobregat

El baltlle general de Catalunya faculta a Bernat Gual, payés del Prat, para que tenga una mesa de carnicería pública. Así se abre el capítulo más trascendental de la historia de El Prat ya que la carnicería equidistante demográficamente, punto neurálgico del Delta al pie de la Carrera Bovatera y al paso de la barca, es el impulso que lo originará todo, el elemento creador y unificador. La iglesia parroquial surgirá porque está la carnicería; el hostal surgirá después porque está la iglesia y la carnicería; la plaza se formará más tarde en el centro de todo ello… El pueblo se irá lentamente abriendo a su entorno.

La parroquia de El Prat de Llobregat consigue -sobre el papel- la deseada independencia parroquial (Hasta la fecha dependía de las parroquias de Sant Boi y de Santa Eulàlia de Provençana). En efecto, el papa PABLO III otorga, en junio de 1544, la bula de la constitución de la nueva parroquia. Inmediatamente los vecinos de la nueva demarcación parroquial empiezan a edificar el templo de Sant Pere i Sant Pau, pero los párrocos de las parroquias de Sant Boi y Santa Eulàlia, enseguida manifiestan su oposición a la creación de una nueva parroquia, alegando que no es necesaria la erección de la misma. No sólo se detienen las obras sino que lo poco que ha sido construido se hace derruir.

En la fecha, una nueva bula pontificia ratifica la erección de la nueva parroquia de Sant Pere i Sant Pau del Prat de Llobregat, dando de nuevo la razón a los pratenses. Pero las obras, seguirán sin reiniciarse.

Mossèn Pere Pellicer, primer párroco de la parroquia pratense, no desfallece y eficazmente secundado por el payés Vicenç Ros, interpone en 1549, en nombre propio y de los habitantes del territorio de la nueva demarcación parroquial pratense, un nuevo pleito a la curia eclesiástica.

Los jueces eclesiásticos, por tercera vez, emiten una sentencia favorable a la nueva parroquia del Prat de Llobregat. Corren de nuevo los papeles y los intereses, pero la iglesia se sigue sin construir.

La ruptura social que a partir del siglo XIV experimenta El Prat y que ha ido aumentando a lo largo de los pasados años, tiene su apogeo en el siglo XVI, cuando la gran riada de inmigración procedente de la Occitània francesa -y que se inicia en el siglo XV- empiece a crear un verdadero proletariado que no hará más que aumentar y que en siglo XVIII con la denominada Revolución Demográfica adquirirá plena consciencia.