ERIK XIV en Suecia, víctima de una enfermedad mental se vuelve tan impopular en su entorno que tendrá que abdicar en 1568 bajo las presiones de la nobleza, mandada por sus hermanastros Juan y Carlos.

Juan, hermanastro de Erik XIV, es nombrado rey de Suecia (1568-1592) como Juan III VASA y emprenderá la construcción de un imperio sueco en el Báltico. Tratará de reimplantar en el país una reforma diluida de catolicismo, pero fracasará.

En 1580, en un acceso de ira, IVÁN IV el Terrible mata a su propio hijo. Se arrepiente de su acción y la repudia, pero eso no devuelve la vida a su hijo. Consigue imponer el orden en su reino, pero se trata más que nada de la paz de los cementerios. Lo que Rusia necesita, es una salida al mar en una región templada. El mar Báltico, que es la puerta lógica al resto del mundo, está bloqueado por Suecia y Polonia, y aunque IVÁN luchará contra esos países la mayor parte de su reinado, los resultados no serán satisfactorios y él continuará encerrado. Carece de utilidad alcanzar el mar Caspio, pues se trata de un mar interior. Rusia dispone de un único puerto, Arjánguelsk, pero está en el océano Glacial Ártico y gran parte del año permanece bloqueado por los hielos y, por tanto, inservible.

Después de la muerte de JUAN III, rey de Suecia, su único hijo, Segismundo, ya rey de Polonia hace cinco años, pasa a ser también rey de Suecia (1592-1607). Pero es católico, y los suecos lo depondrán en 1599.

Batalla de Kirkholm, durante la guerra de Sucesión sueco-polaca. El regente de Suecia, Carlos, duque de Sódermanland, se lanzó a la conquista de Riga, pero fue detenido por el jefe del Ejército polaco, Jan Karol Chodkiewicz en Kirkholm, cerca de la ciudad. A duras penas pudo escapar Carlos.

CARLOS IX, rey de Suecia (1607-1611). Sigue la política de expansión de sus predecesores.

GUSTAVO II Adolfo, rey de Suecia (1611-1632). Sucesor de su padre, Carlos IX. Nieto de Gustavo I Vasa. Dota a Suecia de un régimen parlamentario y forja un poderoso ejército, que le permite intervenir victoriosamente en la Guerra de los Treinta Años. En su tiempo el país incrementará su prosperidad, gracias a la habilidad del monarca y de su canciller, Mel Gustaffson Oxenstierna, cuyos sabios consejos guiarán a Gustavo, y al que sustituirá cuando se halle guerreando en el extranjero. Gracias a la diplomacia de Oxenstierna, Suecia extrajo el mayor beneficio de sus victorias militares.

Suecia firma la Paz de Knäred con Dinamarca.

Suecia firma la Paz de Stolbova con Rusia.

Nace Cristina de Suecia, que será proclamada reina a los 5 años, hija de Gustavo Adolfo H. Regencia del conde Oxenstierna. Cristina formará una corte brillante, en la que participará Descartes, y acabará abdicando, en 1654, en Carlos Gustavo X, para llevar en Roma una vida fastuosa y excéntrica.