La colaboración de la URSS y China con Kassem, presidente de la República del Irak, estimula la versión de que Irak pueda pasar a ser una «nueva Cuba». Pero en el verano de 1960 se da un brusco giro hacia Occidente. De todos modos, habra intentos de planificación económica, el poder de los grandes terratenientes será debilitado por una reforma agraria y se restringirán, todavía más, las ganancias de la Irak Petroleum Company.

Países productores de petróleo, crean en Bagdad, en 1960, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), plataforma que tomó conciencia de la fuerza de presión que los países productores, la mayoría del Tercer Mundo, podían ejercer delante de los consumidores, sobre todo europeos. Las alzas de precios acordadas fueron claves en la crisis de los años setenta.

Víctima del despedazamiento del Imperio Otomano, el pueblo kurdo, de origen indoeuropeo y con lengua propia, constituido por veintitrés millones de personas repartidas entre diversos Estados, se ha convertido en un pueblo sin Estado. La reclamación de los derechos de autonomía, prometidos por los británicos y asumidos por el Gobierno Irakí, ha sido el objetivo central de su acción política. En efecto, en estos años inmediatos a la creación de la República de Irak, que ha proclamado la igualdad de árabes y kurdos, se ha autorizado la existencia del Partido Demócrata Kurdo (PDK). Pero la política de arabización emprendida por el régimen en la fecha, y los oídos sordos que a su petición de autonomía hace el general Kassem, enajena al PDK, y su líder, BARZANI, alienta una revuelta que inicia una guerra civil que se prolongará catorce años (Guerra Civil kurdo-Irakí).

En Irak, las rivalidades internas dentro del partido Baaz entre panarabistas y nacionalistas, la guerra con los kurdos y la reivindicación Irakí de Kuwait que acaba de independizarse, propician el aislamiento del régimen que intentará sobrevivir favoreciendo al ejército y reclamando una mayor participación de Irak en los beneficios del petróleo. El emirato kuwaití, funcionará a partir de ahora como una multinacional y un Estado despótico.

En 1961, Saddam suministró información a la CIA sobre el régimen de Abdul Karim Qasim, primer ministro iraki, populista y nacionalista, aunque no partidario de Nasser. Qasim, sin embargo,  se unió a un grupo de oficiales del ejército denominado «Oficiales libres» que compartían simpatías por el panarabismo y el socialismo, inspirándose en las ideas del presidente egipcio Abdel Nasser.

En 1962, Irak comenzó a construir su primer reactor nuclear, merced a la cooperación de la Unión Soviética. Irak firmará el tratado de no proliferación nuclear (TNP) en 1968, y lo ratificará un año después.

El 8 de febrero de 1963, en Irak, Abdel Qarim Qasem, sin aliados interiores y aislado internacionalmente, es derrocado por un grupo de oficiales panarabistas, la mayoría miembros de la derecha del Partido Socialista Árabe Baas. Es asesinado y se impone una dictadura que reprime violentamente a las fuerzas democráticas. Una vez derrocado Qasem, Saddam Hussein con la colaboración de la agencia estadounidense, regresa a Bagdad para unirse a los golpistas, una coalición de baasistas y nasseristas. Los baasistas serán desalojados por los militares meses después.

El coronel Abdel Salam Aref, elimina al sector derechista del Baaz, se convierte en presidente (1963-1966) e inicia una política progresista mejorando las relaciones con el mundo occidental: acercamiento a Egipto y a Siria, creación de la Unión Socialista Árabe como partido único, nacionalización de industrias y bancos.

En Irak, fallece el presidente de Irak, Abdel Salam Aref, en accidente (¿de un atentado?) de aviación, cuando está cerca de alcanzar un acuerdo sobre la cuestión kurda. Le sucede, continuando con su misma política, su hermano Abdel Rahman Aref (1966-1968)

El presidente de Irak, Abdul Salam Arif, fallece, en la fecha, en Basora tras un accidente con su helicóptero.