En México, Benito JUÁREZ es reelegido presidente de la República. Pero ante la fragilidad del gobierno juarista, los conservadores Félix María Zuloaga y Leonardo Márquez tienen oportunidad para recuperar el poder. Ante esto, Juárez solicita al congreso facultades extraordinarias. Los miembros liberales del congreso se niegan, con el principal argumento de que haber colocado al país bajo una constitución ha costado una guerra muy sangrienta y no es posible que JUÁREZ que ha impulsado dicha Constitución ahora quiera violar los principios de legalidad dándose facultades de virtual dictador. Sin embargo, incidentes posteriores desvían la atención de los liberales en el congreso cambiando la opinión de éstos en cuanto a determinadas facultades que le son concedidas.

Parece claro, ya por estos años, que en un conflicto con los EEUU., los americanos nos arrebatarían la isla de Cuba. Aunque es cierto que muchos de los prohombres españoles del momento opinan de manera distinta, no cabe duda de que alguna de las mentes más claras del momento así lo advierten. El mismo general PRIM, artífice de «la Gloriosa», a su vuelta de México, para en EEUU. y tiene ocasión de conocer a LINCOLN y a muchos de los militares norteños empeñados en la guerra civil estadounidense. Al llegar a España, PRIM expone en el Senado sus ideas sobre el potencial bélico norteamericano, siendo fácil de adivinar lo que piensa con respecto a Cuba.

JUÁREZ muere en 1872 y le sucede en la presidencia Sebastián Lerdo de Tejada (19/7/1872-20/11/1876), uno de sus seguidores.

En México cuando el presidente Lerdo de Tejada intenta hacerse reelegir, Porfirio DÍAZ pronuncia, en marzo de 1876, el Plan de Tuxtepec basado en la no reelección y el sufragio activo, acusando al presidente de vender la nación a los extranjeros.

Con el apoyo de los conservadores y el ejército, Porfirio DÍAZ se levanta contra el presidente Lerdo de Tejada de México y alcanza el poder (28/11/1876-25/5/1911), iniciándose el periodo denominado «porfiriato» en el que tienen lugar diversas etapas de su gobierno. Se inicia una especie de pseudo-democracia en el que la oposición será anulada y toda manifestación en su contra será duramente reprimida. Sin embargo, pondrá todo su empeño en la modernización del país para lo que creará una imprescindible red de comunicaciones y un mercado nacional, inaugurando una época de prosperidad económica de la que se beneficiará una vez más el capital extranjero y la oligarquía. Se mantiene por la fuerza en el poder, utilizando para ello al ejército y a los rurales, el cuerpo de policía creado por Juárez para garantizar la seguridad de los caminos.

Con el arranque de 1900 los mexicanos ven que la vida de la mayoría no cambia y que, la idea del porfirismo, de «Poca política y mucha administración», no resuelve los grandes problemas nacionales. A lo largo de sus casi treinta años, la llamada «pax porfiriana» ha estado salpicada de rebeliones indígenas, levantamientos campesinos y manifestaciones de descontento de los trabajadores, sean obreros o artesanos. Por otra parte, los mexicanos piensan que buena parte de los problemas sociales no se han resuelto porque, a fin de cuentas, la economía mexicana sigue dependiendo del exterior y la política no avanza de acuerdo con lo que exigen los nuevos tiempos. En diferentes partes empiezan a expresar el descontento frente a las acciones del presidente Porfirio DÍAZ, a la protección que da a los extranjeros en contraste con las pocas oportunidades que tienen los mexicanos, la falta de un verdadero desarrollo democrático y la pobreza de la gran mayoría.

Desde 1900 comienzan a surgir en México movimientos antirreeleccionistas. En México, la noche del 2 de enero de 1902, los liberales antirreeleccionistas que se hallan reunidos, son hechos prisioneros. Durante los días de prisión lanzan un Manifiesto a la Nación, ratificando el juramento que los anima a seguir luchando por la democracia. Finalmente, hacen un llamamiento a la nación para que los elementos que están en abierta pugna contra la dictadura porfiriana continúen en pie de lucha.

Nueva guerra entre El Salvador y Guatemala, motivada por el apoyo de aquél a los revolucionarios guatemaltecos. Esta guerra se resuelve inmediatamente gracias a la oportuna intervención de México y de los EEUU..

En México, a finales de junio de 1908 en Viesca y Las Vacas, Coahuila, y en Palomas, Chihuahua, se dan nuevos levantamientos. Los revoltosos son sometidos; sin embargo, poco a poco se generaliza la oposición que habrá de tomar caminos más definidos.

México está bajo el férreo control del dictador Porfirio DÍAZ, aunque su política económica favorece el progreso comercial y la producción mexicana, los beneficios se reparten entre los miembros de una oligarquía excluyente. En 1910, el 85% de la tierra mexicana le pertenece al 1% de la población. Los campesinos se quedan sin tierras y sin trabajo, sufren a diario los efectos del hambre y la pobreza. Después de más de 30 años en el poder DÍAZ, hace un simulacro de apertura democrática, llamando a elecciones. Surge un dirigente poderoso, Francisco MADERO que simpatiza con la causa de la Reforma Agraria, cuenta con el apoyo del campesino y postula el principio de la no-reelección. MADERO es encarcelado y DÍAZ obtiene una victoria electoral por la vía del fraude.