FELIPE IV el Grande (Rey de España)(1621-1665)

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En Catalunya, las levas no dependen de un decreto real sino de una decisión de las Cortes.


A OLIVARES, como es lógico, le interesa que esté en paz la zona fronteriza pero también le son imprescindibles los mercenarios, ya que, por lo impopular de la guerra, cada vez resulta más
difícil reunir soldados. Se expone que a la menor contrariedad, los profesionales se le pasen al otro bando. Por otra parte, a principio, la revuelta le parecía muy oportuna. Con los amotinados iba a poder cubrir el cupo de hombres para Italia que no había modo de reclutar. En Catalunya, las levas no dependen de un decreto real sino de una decisión de las Cortes. De ahí que las órdenes de OLIVARES al virrey son de severidad y dureza, sin atender a razones

El virrey, conde de Santa Coloma, ordena la detención del diputado militar FRANCESC de Tamarit.


Las relaciones entre la Diputació, que se niega reiteradamente a alojar tropas extranjeras y a contribuir a los gastos de una guerra que no interesa a Catalunya, y el Gobierno central, se tornan más tensas. En marzo de 1640, el virrey, conde de Santa Coloma, ordena la detención del diputado militar FRANCESC de Tamarit y de los consellers de Barcelona, Francesc de Vergós y Llorenç Serra que han acudido a él en demanda de soluciones.

En vista de que no se reúnen las Cortes, se suceden una serie de hechos sangrientos en Girona y la Selva.


En vista de que no se reúnen las Cortes, se suceden una serie de hechos sangrientos en Sant Feliu de Pallarols, Mallorquinas, Amer y en general en las comarcas de Girona y la Selva.

En Santa Coloma se abrasa vivo al alguacil real Miquel Joan de Monrodon que ha ido a poner orden.


En Santa Coloma de Farners, donde su población se niega a alojar a los soldados, se abrasa vivo -en la fecha- al alguacil real Miquel Joan de Monrodon que ha ido a poner orden.

El obispo de Girona excomulga a las tropas hispánicas por saquear e incendiar la iglesia de Riudarenes.


Combate entre los tercios napolitanos de Leonardo Moles y los vecinos de las zonas próximas llegados a Riudarenes los días 2 y 3 de mayo. Los tercios saquean e incendian la iglesia y el pueblo. A causa del incendio de esta iglesia, el obispo de Girona, Gregorio Parcero, excomulga a las tropas hispánicas.

Las tropas del tercio, en represalia al asesinato de Miquel Joan arrasan la ciudad de Santa Coloma de Farners.


Las tropas del tercio, en represalia al asesinato de Miquel Joan de Monrodon saquean y arrasan la ciudad de Santa Coloma de Farners. Desde este momento, ya no es cuestión de defenderse aisladamente. Todos se sienten amenazados por un igual. La difusión de esta horrible noticia enfurece a los campesinos catalanes. La revuelta se extiende por el Empordà, la Selva, el Vallès…de modo que los campesinos de los pueblos se van agrupando en bandas armadas para expulsar a las tropas. No se advierte en este alzamiento popular ni un mando único ni tampoco un plan de conjunto. Las bandas se limitan a hostilizar a la unidad militar más cercana, en una sucesión de emboscadas y de golpes de mano, empujándolas a todas hacia la costa donde las recoge la armada real

Las tropas alojadas en el Vallès son perseguidas por los payeses hasta el plano de Barcelona.


Las tropas alojadas en el Vallès son perseguidas por los payeses hasta el plano de Barcelona. En la fecha, unos dos mil hombres entran en la ciudad para sacar de la cárcel al diputado militar Francesc TAMARIT y a los consellers de Barcelona, presos por el virrey. Sólo la intervención de las autoridades locales y de los propios detenidos impide que se produzca un ajuste general de cuentas, pues no sólo se va contra los mercenarios sino contra toda la situación. Tamarit es liberado, pero el hecho de su encarcelamiento se considera una intolerable vejación al gobierno de Catalunya. Mientras, en la parte sur de Catalunya, donde sólo había tercios españoles, no pasaba nada en absoluto.

Parece que el virrey se compromete a retirar las tropas de Catalunya. Pero mañana es fiesta: Corpus.


A OLIVARES le pilla desprevenido la entrada de los amotinados en Barcelona quince días antes. Creía que con unas cuantas detenciones ahogaría la protesta. En vista de que no ha sido así, no le queda más remedio que tratar directamente con las autoridades locales, puesto que no tiene fuerza para imponerse. También el conde de Santa Coloma, a su vez, piensa en buscar protección junto a las autoridades locales, de las que el mismo se distanciara. En la fecha, se reúne con ellas para leerles una carta del soberano en que les agradece que evitasen una matanza cuando sacaron a Tamarit de la cárcel. Parece que el virrey, por su parte, se compromete a retirar las tropas de Catalunya. La entrevista es corta y sólo se acuerdan algunas medidas de seguridad. Al día siguiente comienzan las fiestas de Corpus Christie -que durarán ocho días- y deben atender los últimos detalles. Se deja lo más importante para más adelante.

Corpus de Sang: Un grupo de cuatrocientos o quinientos hombres, vestidos de segadores, entran en Barcelona.


Los ánimos están muy excitados en Catalunya. Y el alzamiento que ha empezado en la Selva y l’Empordà, se ha extendido ya por todo el país. El día de Corpus Christie -7 de junio de 1640- es tradición que los segadores de la comarca barcelonesa, venidos de diversos lugares especialmente de la montaña, pasen la festividad en Barcelona. Un grupo de cuatrocientos o quinientos hombres, vestidos de segadores, entran en Barcelona. Parece que entre los auténticos segadores hay insurgentes que han combatido contra las tropas en las comarcas del Norte de Barcelona. Están principalmente en contra de los jueces de la Audiencia, es decir, aquellos que han impuesto los alojamientos y que no han impedido los abusos de los soldados. Se produce una serie de altercados y de hechos sangrientos. Parece que la opinión más veraz de lo que ha ocurrido, es que todo fue, en su mayor parte, obra de un reducido grupo de facinerosos que ha contado con la benevolente pasividad de la población barcelonesa, lo que ha favorecido la sedición.

El Virrey, conde de Santa Coloma, se refugia pero es localizado y asesinado.


El conde de Santa Coloma -el Virrey de Catalunya- se refugia en las Drassanes alrededor de las dos del mediodía, pero se niega a embarcar. A las tres y media, las Drassanes son asaltadas y el virrey huye hacia Montjuïc (fortaleza militar construída en la cima de la montaña del mismo nombre, en el siglo XVII y que forma parte del sistema de defensa de la Barcelona amurallada), donde poco después muere apuñalado por un grupo de revoltosos. Su cuerpo es encontrado a medianoche y llevado a la iglesia de la Mercè.