En la fecha, unos nobles aragoneses lanzan una campaña contra los musulmanes de la zona de Teruel y, a pesar de la experiencia de Peñíscola, el monarca hace acto de presencia. El rey quiere impedir que la conquista de nuevos territorios refuerce el poder de los señores feudales, que le disputan el poder en el interior de la misma Corona de Aragón. Esta vez, la acción resulta ser un éxito relativo. JAIME I de Aragón firma en Calatayud un tratado con Sa’ad Abu Said que gobierna sobre la región de Segorbe, por el que éste se hace vasallo del rey JAIME, pidiendo ayuda para expulsar a sus rivales en la región: los Ibn Aziz que dominaban Alcira, Játiva y Denia y el rey Zayyán que gobernaba en Valencia y Onda. Surgen nuevas disputas entre el rey y un sector de la nobleza aragonesa, encabezada, esta vez, por el noble Pedro Ahonés. Estalla una guerra civil.
TERCEROS REINOS DE TAIFA (1224-1266) (Almohades)
Total de piezas: 26
Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe, firma una serie de pactos con JAIME I.
Sa’ad Abu Said dueño de Segorbe, firma una serie de pactos con JAIME I, reservándose una serie de derechos sobre la ciudad de Valencia
Mientras tanto en Valencia hay guerra civil entre los tres grupos musulmanes que gobiernan en la zona.
Simultáneamente con los acontecimientos de la conquista de Mallorca, en Valencia hay guerra civil entre los tres grupos musulmanes que gobiernan en la zona. La lucha civil más importante es la sostenida entre Zayyán y los Ibn Azíz (que obedecen al califa murciano Ibn Húd). Éste sitia (1229-1230) a Zayyán dentro de Valencia, infligiéndole algunas derrotas. Pero posteriormente (1230), tiene que levantar el asedio. A partir de ese momento hay paz entre Zayyán e Ibn Azíz y tal paz sirve para que se afiancen las fronteras entre los reinos moros de Murcia y Valencia.
Se firma en Teruel, un nuevo pacto entre JAIME I de Aragón y Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe
Se firma en Teruel, un nuevo pacto entre JAIME I de Aragón y Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe, por el que éste reconoce los muchos servicios que JAIME I le ha hecho y a cambio le entrega los derechos que tiene o debería tener en el reino moro de Valencia (el anterior pacto había sido firmado en 1229)
El ejército real con menos gente de la prevista inicialmente se desplaza desde Teruel a Burriana
El ejército real con menos gente de la prevista inicialmente se desplaza desde Teruel a Viver y Jérica, cuyos campos son talados. Después hasta Segorbe y Torres Torres, y desde allí virando hacia el norte ponen cerco a Burriana. Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe, facilita al rey cristiano el libre acceso al reino de Valencia, a través del camino que une Valencia con Teruel por Segorbe y que JAIME I habrá de utilizar en multitud de ocasiones a lo largo de su vida, para llevar a cabo los desplazamientos de sus tropas primero y luego sus propios viajes normales. Es a partir de entonces cuando esta vía de unión entre Aragón y Valencia adquiere importancia, en detrimento de la otra que se usaba con más regularidad en tiempo de sarracenos, y que iba desde Valencia a Sagunto, Onda, Morella y desde allí a Zaragoza.
En el camino de JAIME I hacia Valencia, Burriana ofrece una resistencia obstinada.
En el camino de JAIME I hacia Valencia, Burriana ofrece una resistencia obstinada y muchos caballeros aragoneses prefieren dejar el protagonismo en las manos de JAIME I. Muchos de estos nobles luchan para conseguir un botín personal y no están dispuestos a asumir un riesgo muy elevado. Por el contrario, las tropas reales (más numerosas y disciplinadas) protagonizan una actuación más constante y sistemática. El monarca ofrece notables muestras de valor encabezando personalmente los asaltos de sus soldados contra las murallas de Burriana. Por otra parte, no se realizan contraataques de los musulmanes de la ciudad de Valencia y demás castillos próximos, cuya delicada situación política los mantiene muy ocupados en luchas internas continuas. Por fin, a mediados de julio, capitula Burriana. El primer paso ha sido dado. De inmediato le llegan noticias de que los moros de Peñíscola quieren rendirse a él y en dos o tres días se presenta JAIME I ante su fortaleza, donde recibe juramento de fidelidad de la población.
Ya las tierras de la mitad norte de la provincia de Castellón han pasado al bando cristiano.
La Orden del Hospital toma en los meses siguientes posesión del castillo de Cervera, y los templarios del de Xivert, con lo cual hallamos que, a finales de 1233, las tierras de la mitad norte de la provincia de Castellón han pasado al bando cristiano y se cumple el pronóstico de que cayendo Burriana arrastraría consigo una importante área geográfica. JAIME I ni se plantea el ataque a los castillos de Onda, Nules, Uxó y Almenara, todos en la Plana, y que le son hostiles, porque su asedio sería una pérdida inútil de tiempo y esfuerzo y los resultados de su conquista no merecen en este momento la pena, en relación con el plan global previsto. Podemos decir, por tanto, que en el mismo año 1233 don Blasco de Alagón en Morella y JAIME I en Burriana, al otorgar cartas pueblas a ambos lugares, y comenzar a repoblarlos con cristianos, están dando origen al reino cristiano de Valencia.
Las tropas cristianas ocupan a lo largo de 1234 toda la zona montañosa situada entre Teruel y Valencia.
Las tropas cristianas ocupan a lo largo de 1234 Almassora, Castelló, Borriol, Coves de Vinromà, Vilafamès y el territorio del castillo de Alcalatén, es decir, toda la zona montañosa situada entre Teruel y Valencia, lugares que se empiezan a repoblar con cristianos. JAIME I no propicia la despoblación de las tierras de sus primitivos habitantes moros sino que procura mantener a la gente en sus casas, porque no tiene capacidad para atraer un número de repobladores cristianos capaz de sustituir a los habitantes moros, con lo cual, en caso de quedar vacías las tierras, la economía se iría a pique, y, por supuesto, la posibilidad de recaudar impuestos desaparecería. La iglesia no fomenta tampoco la marcha de la población musulmana, porque igualmente recibe diezmos de ellos.
Las operaciones comienzan con la ocupación del Puig d’Enesa, abandonado por los musulmanes.
Las operaciones comienzan en la fecha, con la ocupación del Puig d’Enesa, abandonado por los musulmanes valencianos. A partir de este momento, por voluntad del rey será llamado Puig de Santa María, y por esta razón, más adelante se construirá un santuario dedicado a a la Madre de Dios. El Puig es una plaza estratégica importante. Situado a tan sólo dos leguas de la ciudad, domina la huerta valenciana y todos están convencidos que, con la conquista de la capital, el resto del reino se rendirá con mucha facilidad. La piadosa leyenda sobre Sant Jordi es bien aceptada y en la ocupación del Puig el santo caballero ya participa de manera milagrosa para que los cristianos conquisten la ciudad, según dice la “Crónica de Jaume I”.
Se lanzan ya los primeros ataques contra la ciudad de Valencia desde el Puig de Santa María.
Mientras JAIME I reúne los fondos necesarios para la definitiva conquista de Valencia y se lanzan ya los primeros ataques contra la ciudad desde el Puig de Santa María, los musulmanes de Valencia y Murcia realizan un contraataque contra la guarnición de la Corona de Aragón, pero ésta al mando de Berenguer de Entenza, les derrota estrepitosamente aunque BERENGUER pierde la vida. A continuación, habiendo ya regresado JAIME I, éste jura no marcharse hasta la conquista final de Valencia y para dar credibilidad a sus palabras el monarca hace venir expresamente a la reina Violante y a su hija acabada de nacer. El “Llibre dels feits” explica que después de hacer esta promesa, todos los presentes se ponen a llorar “i jo amb ells”.