CONQUISTA DE VALENCIA POR JAIME I DE ARAGÓN (1238)

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JAIME I y Blasco de Alagón, un noble aragonés, mantienen una conversación sobre la conquista de Valencia.


A finales de verano de 1231 o en las primeras semanas de otoño, el rey JAIME I ha regresado de Mallorca y se halla en Alcañiz, donde mantiene una conversación, según podemos leer en la Crónica real, con don Blasco de Alagón, uno de los nobles aragoneses más importantes de aquel tiempo, recién vuelto de un destierro al que le ha obligado el rey por unas diferencias habidas entre ambos cuyas causas desconocemos. El tercer miembro de la conversación es Hugo de Fucalquier, maestre de la Orden del Hospital. Don Blasco comunica al monarca que ha estado, durante su destierro, corriendo por las tierras del reino moro de Valencia, y alaba la belleza y riqueza de aquellos parajes, recomendando al monarca su conquista. Deciden, por otra parte, que Burriana es una ciudad adecuada para empezar la conquista, puesto que de ella dependen agrícola y comercialmente buena parte de los castillos del norte valenciano, que privados de su principal fuente de suministros habrían de rendirse. Acordadas así las cosas se separan, a la espera de que las condiciones sean favorables para poder llevar a cabo la idea.

La fortaleza de Morella pasa de Blasco de Alagón a JAIME I. Asimismo recupera el castillo de Ares.


JAIME I que se encuentra en Albarracín, invitado por don Pedro Fernández de Azagra, señor de dicho lugar, está cazando durante varias jornadas. En Gea de Albarracín le llega la noticia de que don Blasco de Alagón, sin contar con el monarca y en contra de lo que ha predicado en Alcañiz, ha tomado sin dificultad la importante fortaleza de Morella. El rey, que no quiere que la conquista de Valencia se efectúe al margen de la Corona, se disgusta por la inesperada victoria de su vasallo y marcha rápido a Morella, para exigir al noble que se la entregue. Después de un largo tira y afloja don Blasco accede a entregársela, pero pide y obtiene la administración perpetua de la villa. Son los últimos días de 1231. El monarca, satisfecho, marcha después a Ares, donde las gentes de la frontera han tomado también el castillo de esta otra población, y desea igualmente tomar posesión del mismo.

JAIME I quiere dejar memoria de su vida y de esta voluntad nace al “Llibre dels feyts” o “A Crònica de Jaume I”


Los historiadores del “Llibre dels feyts del rey En Jaume” opinan que este libro es una obra relativamente personal de JAIME I el Conquistador y según las últimas investigaciones sitúan la realización de los primeros cien capítulos en el año 1232 o poco después, y los posteriores, en períodos que van del 1270 al 1276. El conde-rey quiere dejar memoria de su vida y de esta voluntad nace uno de los textos más importantes de la literatura medieval catalana en los aspectos literario, lingüistico e histórico. El “Llibre dels feyts” conocido como “a Crònica de Jaume I” para así distinguirlo de las otras grandes crónicas, no es divulgado hasta al cabo de un siglo de haber empezado a ser redactado. En Valencia es editado en su totalidad el año 1557.

Se firma en Teruel, un nuevo pacto entre JAIME I de Aragón y Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe


Se firma en Teruel, un nuevo pacto entre JAIME I de Aragón y Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe, por el que éste reconoce los muchos servicios que JAIME I le ha hecho y a cambio le entrega los derechos que tiene o debería tener en el reino moro de Valencia (el anterior pacto había sido firmado en 1229)

De la misma manera que la conquista de Mallorca, la campaña de Valencia es proyectada en una jornada de descanso de JAIME I.


De la misma manera que la conquista de Mallorca, la campaña de Valencia es proyectada en una jornada de descanso de JAIME I. Una calurosa noche de verano de este año, el rey se encuentra en una terraza de una casa de Alacañiz con Hugo de Focalquier (Maestro de los caballeros hospitalarios) y con Balasc d’Alagó (Mayordomo de Aragón). Según parece, estos dos magnates hacen renacer el interés del monarca por el Reino de Valencia, una campaña complicada, pero mucho menos arriesgada que una intervención en Navarra u Occitania.

JAIME I preside una reunión de Cortes en Monzón donde se arbitran medidas para la conquista de Valencia


JAIME I trata de encender los ánimos a la gente y preparar un ejército en primavera, que le permita dirigir la primera campaña, cuyo destino es Burriana. Así, en la fecha, preside una reunión de Cortes en Monzón donde se arbitran medidas para la conquista de Valencia. Aunque la iniciativa es aragonesa, los catalanes son imprescindibles en una lucha que tendrá indudablemente su vertiente marítima. JAIME I autoriza a los nobles aragoneses que entretanto prosigan por su cuenta la reconquista valenciana.

Burriana es un punto de vital importancia agrícola y comercial.


La elección de Burriana como primera población a conquistar, si lo analizamos desde una perspectiva meramente geográfica, tiene mucho sentido, puesto que está situada en el norte del reino moro de Valencia, la primera zona a conquistar en buena lógica; no es una fortaleza inexpugnable, como pueden serlo los castillos de Peñíscola, Onda o Almenara, por poner sólo unos ejemplos, y, por otra parte, es un punto de vital importancia agrícola y comercial, de la que dependen las zonas situadas más al norte del mismo.

El ejército real con menos gente de la prevista inicialmente se desplaza desde Teruel a Burriana


El ejército real con menos gente de la prevista inicialmente se desplaza desde Teruel a Viver y Jérica, cuyos campos son talados. Después hasta Segorbe y Torres Torres, y desde allí virando hacia el norte ponen cerco a Burriana. Sa’ad Abu Said, dueño de Segorbe, facilita al rey cristiano el libre acceso al reino de Valencia, a través del camino que une Valencia con Teruel por Segorbe y que JAIME I habrá de utilizar en multitud de ocasiones a lo largo de su vida, para llevar a cabo los desplazamientos de sus tropas primero y luego sus propios viajes normales. Es a partir de entonces cuando esta vía de unión entre Aragón y Valencia adquiere importancia, en detrimento de la otra que se usaba con más regularidad en tiempo de sarracenos, y que iba desde Valencia a Sagunto, Onda, Morella y desde allí a Zaragoza.

En el camino de JAIME I hacia Valencia, Burriana ofrece una resistencia obstinada.


En el camino de JAIME I hacia Valencia, Burriana ofrece una resistencia obstinada y muchos caballeros aragoneses prefieren dejar el protagonismo en las manos de JAIME I. Muchos de estos nobles luchan para conseguir un botín personal y no están dispuestos a asumir un riesgo muy elevado. Por el contrario, las tropas reales (más numerosas y disciplinadas) protagonizan una actuación más constante y sistemática. El monarca ofrece notables muestras de valor encabezando personalmente los asaltos de sus soldados contra las murallas de Burriana. Por otra parte, no se realizan contraataques de los musulmanes de la ciudad de Valencia y demás castillos próximos, cuya delicada situación política los mantiene muy ocupados en luchas internas continuas. Por fin, a mediados de julio, capitula Burriana. El primer paso ha sido dado. De inmediato le llegan noticias de que los moros de Peñíscola quieren rendirse a él y en dos o tres días se presenta JAIME I ante su fortaleza, donde recibe juramento de fidelidad de la población.

Ya las tierras de la mitad norte de la provincia de Castellón han pasado al bando cristiano.


La Orden del Hospital toma en los meses siguientes posesión del castillo de Cervera, y los templarios del de Xivert, con lo cual hallamos que, a finales de 1233, las tierras de la mitad norte de la provincia de Castellón han pasado al bando cristiano y se cumple el pronóstico de que cayendo Burriana arrastraría consigo una importante área geográfica. JAIME I ni se plantea el ataque a los castillos de Onda, Nules, Uxó y Almenara, todos en la Plana, y que le son hostiles, porque su asedio sería una pérdida inútil de tiempo y esfuerzo y los resultados de su conquista no merecen en este momento la pena, en relación con el plan global previsto. Podemos decir, por tanto, que en el mismo año 1233 don Blasco de Alagón en Morella y JAIME I en Burriana, al otorgar cartas pueblas a ambos lugares, y comenzar a repoblarlos con cristianos, están dando origen al reino cristiano de Valencia.