En la fecha, FRANCO, aquejado de una tromboflebitis es ingresado, por primera vez, en la Residencia Hospitalaria que lleva su nombre.
FRANCO Y FRANQUISMO EN ESPAÑA (1936-1975)
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Francisco Franco Bahamonde, llamado «el Caudillo» y «el Generalísimo», fue un militar y dictador español, impulsor, junto a otros altos cargos de la cúpula militar, del golpe de Estado de julio de 1936 contra el gobierno democrático de la Segunda República, cuyo fracaso desembocó en la Guerra Civil Española. Fue investido como jefe supremo del bando sublevado ejerciendo como jefe de Estado de España desde el término del conflicto hasta su fallecimiento en 1975 y como jefe de Gobierno entre 1938 y 1973.
El príncipe D.JUAN CARLOS asume transitoriamente la jefatura de Estado.
FRANCO responde favorablemente al tratamiento que se le está aplicando en la Residencia Hospitalaria, pero ARIAS NAVARRO y Rodríguez de Valcárcel, presidentes del gobierno y de las cortes respectivamente, le indican la necesidad de delegar poderes en el príncipe D.JUAN CARLOS, al principio FRANCO se resiste pero, finalmente, el día 19 de julio, lo acepta. El príncipe D.JUAN CARLOS asume la jefatura de Estado hasta el día primero de septiembre en que FRANCO volverá a reasumir el mando.
La noticia de la enfermedad de Franco acelera los movimientos de la oposición.
En la fecha, la noticia de la enfermedad de Franco acelera los movimientos de la oposición que constituye la Junta Democrática. Esta forma de coordinación se extiende, además, a los ámbitos regionales y locales de toda España, excepto en Catalunya, donde el proceso de unidad de las fuerzas políticas tiene su propia dinámica. La Junta Democrática es partidaria del consenso entre los grupos de la oposición para acabar con el régimen. También se crea la voluntarista Unión Militar Democrática, formada por un pequeño núcleo de militares, que abren nuevas esperanzas.
FRANCO retoma, se puede decir que inesperadamente, el poder.
FRANCO retoma, se puede decir que inesperadamente, el poder.
Una bomba colocada en la cafetería Rolando (Madrid) mata a 12 personas e hiere a otras 80.
En la fecha, España padece un oscuro y loco golpe de terror. Una bomba colocada en la cafetería Rolando, en la calle del Correo, junto a la sede central de la policía, en la Puerta del Sol de Madrid, mata a 12 personas e hiere a otras 80. Ni un sólo policía cae, en contra de los deseos de los terroristas. Asustada por el fracaso y por la reacción de la opinión pública ETA no reivindica el atentado y acusa a grupos de extrema derecha. La policía detiene a conocidos intelectuales y artistas, pero no se desvela del todo el misterio. Posteriormente quedará claro que la autoría de este atentado pertenece a ETA. Esta situación hace que el Gobierno, que inauguró su mandato con promesas aperturistas, cambie su discurso y su acción hacia el endurecimiento de la política de orden público. Es un Gobierno sin rumbo, que se deja llevar por los acontecimientos inmediatos e incapaz de tener un proyecto propio y de futuro. Un Gobierno vacío, sin ideas, en permanente deriva y pilotando un barco donde las vías de agua son cada vez mayores.
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Muere la «apertura», que en un ingenuo ambiente de euforia había anunciado, en España, el presidente Arias.
En octubre de 1974 muere la «apertura», que en un ingenuo ambiente de euforia había anunciado el presidente Arias. En este mes, el ministro Pío Cabanillas, que ha llevado en el Ministerio de Información una política acorde con los propósitos liberadores anunciados, es cesado. Inmediatamente el Ministro de Hacienda, Barrera de Irimo presenta la dimisión y poco después se desata una cadena de renuncias como nunca se ha visto hasta ahora en el franquismo.
El nuevo contexto socioeconómico acompaña la continuidad en la dinámica represiva gubernativa de los albores de la Transición.
El nuevo contexto socioeconómico y la continuidad en la dinámica represiva gubernativa de los albores de la Transición condicionaron la reubicación de los sectores que habían dinamizado el nuevo nacionalismo y la influyente extrema izquierda vasca. La novedad del desempleo y de la crisis económica cada vez más claramente percibido fue complementada por la continuidad en las pautas políticas del último franquismo. Esto hizo que los primeros pasos de la Transición se vieran marcados por una muy fuerte conflictividad político-social que enlazaba en ejes y protagonistas con las movilizaciones de diciembre de 1974 -la huelga general convocada por organizaciones de extrema izquierda, con la desautorización expresa del Partido Comunista (PCE), con puntos tales como amnistía y disolución de cuerpos represivos- y con las huelgas generales de agosto- septiembre de 1975 en contra de las ejecuciones de militantes de ETA y FRAP.
ETA, sigue actuando. Se niega a escuchar a la mayoría de la población vasca que quiere vivir en paz y conseguir sus objetivos políticos por la vía pacífica.
Si bien en la actualidad persisten denuncias de torturas en comisaria a miembros de ETA, algunas de las cuales resultan desgraciadamente verídicas, y episodios aislados no esclarecidos de posible guerra sucia. Afortunadamente, tanto el Batallón Vasco-Español como el GAL dejaron de actuar hace muchos años, por el contrario ETA, sigue actuando, negándose a escuchar a la gran mayoría de la población vasca que quiere vivir en paz y conseguir sus objetivos políticos sean del tipo que sean, utilizando exclusivamente vías pacíficas y democráticas.
El decreto marroquí 275/311 establece los límites de las aguas territoriales, dentro de las cuales incluye al islote de Perejil. España protesta.
El decreto marroquí 275/311 establece los límites de las aguas territoriales, dentro de las cuales incluye al islote de Perejil. España protesta.
En las décadas de los setenta y ochenta se genera la guerra sucia para luchar al margen de la democracia y del estado de derecho contra ETA.
En las décadas de los setenta y ochenta se genera la guerra sucia para luchar al margen de la democracia y del estado de derecho contra ETA. Estas organizaciones fueron principalmente el Batallón Vasco-Español (creado en los gobiernos de la UCD) y los Grupos Antiterroristas de Liberación, GAL (creados en los gobiernos del PSOE). Unas organizaciones que asesinaban a miembros de Herri Batasuna (brazo político de ETA) y activistas o refugiados de ETA que se encontraban en el País Vasco-Francés o Iparralde. Unas organizaciones armadas integradas por mercenarios y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado español [Guardia Civil, Policía Nacional y Servicio de Inteligencia español (CSID)], que se financiaban a través de los fondos reservados del Ministerio del Interior. Miembros de las fuerzas de seguridad francesas colaboraron activamente en la guerra sucia contra ETA, con el objetivo de que la violencia independentista no se extendiera al territorio vasco perteneciente a Francia (Iparralde).

