En el Reino de Polonia, la revolución rusa del año 1905 hace retornar los sueños de independencia. Pero ni aquí ni en la misma Rusia se consigue llevar a cabo ningún cambio político importante. Parte de las agrupaciones políticas se declara a favor de la lucha armada por la independencia, otras prefieren la política de negociaciones con las potencias particionistas. Todos, sin embargo, saben que sin un conflicto militar a escala europea, sin una guerra entre las tres potencias, la cuestión de la independencia polaca no tiene ninguna posibilidad de hacerse realidad. El problema fundamental es la selección de los aliados: unos (Jozef Pilsudski, los independentistas) se declaran a favor de una colaboración con las potencias centrales; otros, (Roman Dmowski, agrupaciones nacionalistas), ven la oportunidad en una alianza con Rusia y con los países de la Entente: Francia, Gran Bretaña y luego EEUU..
TERCERA REPÚBLICA FRANCESA (1871-10/7/1940)
Total de piezas: 320
Fallece el novelista francés, Julio VERNE.
Fallece el novelista francés, Julio VERNE. Tan sorprendente como su obra, es el hecho de que fuera concebida en su gabinete parisino. Julio VERNE (1828-1905), el hombre que anticipó los viajes a la luna, la navegación submarina e incluso el metro, no fue un gran viajero. Los actuales especialistas en ciencia ficción no dudan de tacharlo de reaccionario. Pero todo indica que su defensa del orden establecido le vino impuesta por Hetzel, su editor, quien rechazaba el pesimismo inicial que rezumaba la obra de Verne sobre el futuro. El autor francés dejará una serie de clásicos de la literatura de evasión: «Cinco semanas en globo» (1863), «Veinte mil leguas en viaje submarino» (1870) o «Viaje al centro de la Tierra» (1864), entre otros.
Francia, aprovechando que la Entente cordiale le ha dejado las manos libres en Marruecos, se apresura a irrumpir en aquel país.
Francia, aprovechando que la Entente cordiale le ha dejado las manos libres en Marruecos, y confiando en que con el respaldo británico no tiene nada que temer de Alemania, se apresura a irrumpir en aquel país norteafricano. Negocia con el sultán las bases de un protectorado y, significativamente, se abstiene de tratar el asunto con Alemania. Ésta no abriga la intención de apoderarse de Marruecos propiamente, pero desea una política de «puertas abiertas» (por emplear el concepto puesto en circulación por los americanos), y se resiente de que Francia se proponga, sin la menor duda, monopolizar el comercio con Marruecos.
Alemania protesta por la «penetración pacífica» de Francia en Marruecos. Reclama su independencia.
GUILLERMO II de Alemania, aprovecha la oportunidad de una visita a la zona internacional de Tánger, en la costa septentrional marroquí, y allí, el 31 de marzo de 1905, pronuncia un discurso proclamando su apoyo al sultán Muley Abd al-Aziz y su intención de proteger los intereses alemanes en Marruecos, reclamando la independencia de este país y la implantación de las «puertas abiertas». Alemania protesta, en consecuencia, por la «penetración pacífica» de Francia en Marruecos.
Alemania y Francia se enfrentan a propósito de Marruecos. «Primera crisis de Marruecos».
Así da comienzo la «Primera crisis de Marruecos», pues enfrenta a Alemania y Francia a propósito de Marruecos. Los franceses se amilanan y parecen dispuestos a contemporizar un poco, pero los alemanes, explotando su ventaja, rechazan el compromiso que se les ofrece. Los británicos, inquietos por las intenciones alemanas, ofrecen entablar negociaciones con Francia para planear una acción conjunta en caso de que se llegue a lo peor. Delcasse pide que Francia confie en la lealtad de Gran Bretaña a la Entente y se enfrente a Alemania. Pero el resto del gobierno no está dispuesto a confiar en Gran Bretaña hasta ese punto, pues se pregunta qué ocurrirá si ese país se desmarca en el último momento y abandona a Francia frente a una Alemania aírada, o si no puede contar con más auxilio que el de la inestable y derrotada Rusia. Delcasse se ve obligado a dimitir, y parece que Francia está a punto de darse por vencida.
La Primera Crisis Marroquí se refiere a la crisis internacional sobre el estatus colonial de Marruecos.
La Primera Crisis Marroquí se refiere a la crisis internacional sobre el estatus colonial de Marruecos entre marzo de 1905 y mayo de 1906. La crisis fue provocada por la visita del Káiser GUILLERMO II de Alemania a Tánger en Marruecos el 31 de marzo de 1905. El Kaiser hizo ciertos comentarios en favor de la independencia marroquí, un desafío a la influencia francesa en Marruecos. Francia tuvo reafirmada su influencia en Marruecos por el Reino Unido (gracias al Entente Cordiale) y España en 1904, un movimiento que el Imperio Alemán vio como un golpe hacia sus intereses y tomó acción diplomática para desafiar. El gobierno alemán buscó una conferencia europea.
En Francia, se vota la ley de Separación de las Iglesias y el Estado que pone fin a más de un siglo de concorda
El 9 de Diciembre de 1905 se vota la ley de Separación de las Iglesias y el Estado que pone fin a más de un siglo de concordato, llegando así al final de la obra de secularización iniciada por la Revolución Francesa. Proclamando como principio institucional que «La República asegura la libertad de conciencia», la laicidad prohibe toda financiación directa o indirecta de las religiones en el artículo 2 de la ley: «La República no reconoce, no subvenciona, ni financia ningún culto». Queda anulado el concordato suscrito por Napoleón con la Iglesia un siglo antes.
Como parte de la Entente cordiale, Gran Bretaña renuncia a cualquier reclamación sobre Madagascar.
Como parte de la Entente cordiale, Gran Bretaña renuncia a cualquier reclamación sobre Madagascar, y Francia queda como única potencia dominadora.
Se celebra la Conferencia de Algeciras para resolver la cuestión de Marruecos. Ha sido convocada por el Sultán.
El reparto de parte de Marruecos entre Francia y España, motiva que Alemania muestre su desacuerdo y haga convocar al Sultán la celebración de una conferencia internacional sobre Marruecos que se celebra en la ciudad de Algeciras en 1906 (del 16/1 al 7/4). Así, pues, el sultán de Marruecos convoca una conferencia internacional –Conferencia de Algeciras– para resolver la cuestión de Marruecos y en enero de 1906 las principales potencias se reúnen en Algeciras en la costa meridional española, en la orilla europea del estrecho de Gibraltar (Cádiz) para pactar un acuerdo. Alemania, confiando en sí misma y convencida de que Francia se humillará, apoya la celebración de dicha conferencia. Francia no cree que dé frutos, pero no puede oponerse a la reunión. Asisten delegados no sólo de Alemania y Francia, sino también de los aliados de Alemania (Austria-Hungría e Italia) y de Francia (Gran Bretaña y Rusia). También intervienen España, como país anfitrión, y los Estados Unidos, que abandonan temporalmente su política de mantenerse alejados de las disputas europeas, animados por su recién adquirido estatuto de gran potencia. En total, son doce los países presentes en la Conferencia.
En la Conferencia de Algeciras se reconoce la libertad de iniciativa económica en la zona.
Aunque Marruecos es una monarquía en teoría independiente, con instituciones propias, lo cierto es que apenas es controlada por la autoridad política del sultán. Por su posición estratégica, que permite el control del Estrecho de Gibraltar, le interesa a alguna de las grandes potencias europeas, en especial Inglaterra, Francia y Alemania. Son las dos primeras las más activas en la zona, pero sobre todo Francia.

