Desde que la modista francesa COCO CHANEL descubre la belleza del cutis atezado y dorado, la tez pálida y las carnes nacaradas, pasan a la historia.

Francia consigue llegar a un acuerdo con Alemania en el pacto de Locarno, que garantiza la frontera entre ambos países. Pero Francia suscribe asimismo tratados con Checoslovaquia y Polonia, a fin de que, puestos en el peor de los casos, Alemania tenga que luchar de nuevo en dos frentes. (Rusia hubiese sido el aliado lógico, como ya lo había sido antes de la primera guerra mundial, pero el gobierno comunista ruso ha sido relegado al ostracismo y puesto al margen de los asuntos europeos.)

Los indígenas consideraron a España como un enemigo derrotado y se juzgaron lo suficientemente fuertes como para avanzar hacia las posiciones francesas en la primavera de 1925. Este éxito rifeño tuvo como consecuencia la colaboración entre Francia y España en una política común, algo que no se había conseguido hasta entonces. Las conversaciones entre los dos países se iniciaron en el mes de mayo de ese mismo año y un mes después en Madrid se selló la alianza definitivamente; incluía la acción militar coordinada y una lucha común contra el comercio de armas. Los resultados de esa colaboración entre franceses y españoles fueron palpables muy pronto

Las tropas francesas y belgas se retiran del Rur, afluente del río Mosa que discurre por Bélgica, Alemania y los Países Bajos,

Mientras se produce el desembarco de Alhucemas, por el sur del protectorado de Marruecos, más de 200.000 soldados franceses, bajo la dirección del mariscal Henri Philippe Pétain, participan en una campaña que finalizará triunfalmente en mayo de 1926. La acción resulta todo un éxito.

El problema interno más acuciante después de la guerra fue la estabilización del franco. Cuando se incrementaron los precios al finalizar la guerra, el valor del franco descendió un 90% en su valoración internacional. En 1926 se estabilizó a un 20% de su valor anterior a la guerra. La devaluación perjudicó duramente a la burguesía, que había sido el núcleo del apoyo social a la República y que dependía de sus ahorros. Los últimos años de la década de 1920 y los primeros de la de 1930 supusieron un breve periodo de prosperidad y calma hasta la llegada a Europa de los efectos de la Gran Depresión, que comenzó en Francia en el año 1932 y trajo nuevos temores a la República, coincidiendo con el resurgimiento, después de 1933, de una Alemania agresiva. En 1934, la amenaza del fascismo en el interior y en el extranjero impulsaron a los partidos radical-socialista, socialista y comunista a unirse en el Frente Popular para defender el sistema democrático y exigir la promulgación de una legislación social progresista. Una vez conseguido el control de la Cámara de Diputados en 1936, el gobierno del Frente Popular, presidido por Léon Blum, disolvió las organizaciones fascistas y logró aprobar las leyes que establecían vacaciones remuneradas, 40 horas de trabajo semanales y convenios colectivos obligatorios. No había completado su programa cuando se vino abajo en 1938, en parte debido al crecimiento de la amenaza de guerra y a la propia división de la izquierda francesa en cuestiones tales como la no intervención en la Guerra Civil española.

A lo largo de las décadas de 1920 y 1930, la seguridad nacional en Francia continuará siendo la principal preocupación del gobierno. Gran Bretaña y EEUU. no ofrecen garantías de evitar el rearme alemán, por lo que Francia intentará conseguir cierta seguridad estableciendo alianzas con Bélgica y los estados de Europa oriental que podrían, al igual que Rusia antes de 1914, amenazar a Alemania con una guerra de dos frentes si Francia es atacada. Sin embargo, el Ejército francés carece de movilidad y poder ofensivo suficiente como para ayudar a sus aliados orientales si éstos son invadidos.

Los bereberes entraron en el Marruecos francés en 1926, pero fueron expulsados al año siguiente por las tropas de Francia y España. Sin embargo, después de la II Guerra Mundial, durante el resurgimiento del nacionalismo en esta región, los bereberes apoyaron a los franceses. En el Marruecos francés, y dirigidos por el pachá Thami el-Mezouari el-Glaoui, constituyeron el principal bastión de control francés.

El papel de primera vencedora continental que ha logrado Francia durante la Primera Guerra Mundial parece predeterminarla para conseguir una cierta hegemonía en los años posteriores al conflicto. La realidad ha sido muy distinta. De entrada, su moneda -el franco- ha entrado en un proceso de angustiosa inestabilidad prácticamente desde el final de la contienda. En 1926, tras la adopción de diversas medidas, queda estabilizado a un 20 por ciento de su valor anterior a 1914. Esta situación daña especialmente a la clase media que ha sido la base social de la República.

En el Rif, inicia la ofensiva hispanofrancesa contra Abd el Krim